Mi Reflejo

Botella en el mar

Esto es nuevo ¿no? Realmente estoy avanzando ¿correcto?
El enfrentar este sentimiento debe de ser parte del proceso indicado en el dorso de la vida.
Es curioso, embriaga, duele, pero es adictivo... sabe amargo, pero también a miel.
Fuego, mucho fuego, se expande pero no quema. No deja marcas visibles, nadie sabe qué es lo que pasa.
Si viajaran en mi mente se sorprenderían, nunca esperarían todo eso de alguien como yo.
No lo entenderían y me mirarían con desprecio. Por eso no solemos exponernos así sin más ante la descarnalización ajena.
Me duele...¿duele? Nunca pensé que dolería. Es tonto de mi parte ignorar algo tan obvio y básico de la realidad humana.
¿Qué busco? Tal vez hace un tiempo hubiera respondido otra cosa. Tal vez solo me hubiera abrazado, tratando de contener los gritos de angustia.
Ahora cuando nado y floto en este mar no puedo evitar darle vueltas a todos los pensamientos que están aquí, en el aire.
El mismo pesa, es denso, pero lo necesito para sobrevivir. ¿Es mucho pedir un poco de suavidad?
¿Por qué... por qué me estoy empeñando tanto en encontrarlo? ¿Esta mal lo que hago?

...Nunca pensé ser así...

En cualquier caso no le hago daño a nadie más que a mi. Me lastimo todo el tiempo, cada segundo, en cada respiro.
Y solo busco un poco de consuelo en este concepto abstracto que es el existir.
...Aveces estos pensamientos me asustan...
No viajo mucho hacia ellos porque sé que podría perderme entre tantas palabras. Volverme infinito. Y aunque la idea es tentadora no quiero dar un mensaje tan triste.
Que las rosas no lloren nunca, que el viento solo sople para llevar almas y que el cielo sea cada vez más cautivador.