El mensaje de la Vida

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Todo se termina en la mirada de la realidad, dicemos "hola" al final sin miedo a dejar de existir, es un amigo más que nos viene a visitar en esta tarde de lluvia. Tomamos un café con la locura la cual nos cuestiona si todo esto es real o solo un sueño de una niña que aun no despertó de sus galletas con miel. Caminamos por los pasillo y la melancolía nos azota la espalda acusándonos de olvidar el dolor, ignorando lo importante de sus enseñanzas, duele, duele mucho mirarla con los ojos abierto, no quiero conocer su nombre, vete, este es mi hogar.
En tu habitación esta la lujuria acostada en tu cama, esa que por las noche te persiguió preguntándote "¿como se sentirá hacer algo más?", taladrandote y cuestionandote tu madurez y masculinidad, tocando tu cuerpo sin dejarte pensar en nada más que poder atar tu mente a la de alguien más y convertirte en tu propio prisionero que es alimentando por el deseo injustificado de vivir encadenado a esa cama y no detenerte jamas, sal, eso no es el amor, eso solo es un juego que no quieres conocer, no olvides el libro que hablaba del "verdadero amor", solo cuando el libro tenga un gran final dale el beneficio de la duda.
En la cocina hay pequeños seres que te miran el alma, generandote dolores de cabeza y estomago, juzgan tu físico, miran tu peso, ¿cuanto tardaran en encontrar tu punto débil? Cortan parte de tu piel y la poner en el horno, intentaran encontrar el veneno que hay en tu vida para así dejarte en condiciones de ser consumido por el mundo.
Corres y llegas al patio, la lluvia te limpia la sangre que tus heridas emanan, miras al cielo, esa nube que esta sobre ti no te deja ver tus errores, no te deja avanzar, no te deja vivir...
Entre las piedras encuentras cristales que se clavan en tus pies, cada uno te recuerda el odio de todos los que te maldijeron caminando por ese sendero frondoso, miralos, son como hormigas que te pican y roban las migajas de ese pan que esta tirado en el suelo, ese que tu mismo dejaste para que supieran que aun estas ahí.

Todo es catastrófico...pero ¿porque tiene que ser así?

Miras al cielo intentado encontrar razones para respirar, y por un instante el deseo de ser destruido te invade...pero hay algo ahí ese caos que te llama, miras a tu alrededor y vez pequeñas flores de color celeste, estas emanan el olor de los recuerdos que dejaste en ese libro sobre la mesa de tu hogar, esas charlas infinitas con la madre que nunca tuviste, esos abrazos que solo encontraste en el poema de algún autor que se difumina en el viento.
Entras nuevamente y las paredes cambian de color, todo parpadea, destellos de luz y oscuridad imbaden por completo el ambiente, llegas tropezandote con la angustia hasta la sala y encuentras las fotos de quienes olvidaste y te amaban, ese amigo que le dijiste que no por no llegar hasta tu altura, ese familiar que solo te veía una vez cada varios años pero siempre llegaba con un abrazo y un té, esa abuela que conoces porque tus familiares siempre te hablaban de ella y sus locuras, la que tejió ese edredón que tenes sobre tu cama.
Corres hasta la cocina y ahí sin previo aviso llega el calor del verano, ese verano que siempre soñaste pero nunca tuviste, donde conociste el amor y el apoyo fraternal, esas salidas en bicicleta con tus hermanos del alma, esos chistes que atotaste en la libreta para nunca olvidar, las tortas de la tarde que hacías para llenar el lugar con un aroma delicioso

¿Por qué? ¿no se supone que te ibas a rendir? La vida es un caos, tira y tira esperando a que te caigas para poder comerte, es paciente pero no infinita, algún día se cansara y ahí sera cuando mueras. ¿Por qué pareciera que el mundo no quiere que te vayas? ¿por qué juega de esta forma con tu fuerza de voluntad?
Siempre que la lluvia llego todo esta se llevo, el dolor y la satisfacción, nos limpia de todo lo que sentimos para poder empezar desde cero, para ser nuevamente una hoja en blanco, por eso algunos lloramos en la lluvia, para que esta se lleve la angustia y la desesperación, queremos renacer. Cuando esta termina todo vuelve a empezar, miramos a nuestro alrededor y estamos solos, por fin podemos preguntarnos "¿por qué sigo aquí?" y la vida nos da su respuesta en todos los amaneceres y atardeceres, en el viento que nos mueve los pies, la tierra mojada que llena el ambiente, los pájaros que cantan todos los día, el aroma de las flores y el perfume de nuestra familia, el cálido sentimiento de no estar solo aun si no hay nadie con nosotros, ese color del cielo, las nubes y el sol que nos acompañan en los caminos...
Así es como la vida nos dice que no nos rindamos, así es como la vida nos recuerda que vale la pena vivir y luchar.

Mi ReflejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora