Ya ha pasado casi un mes desde la golpiza que le dieron a Eddie y lo reportamos a la policía, según ellos era solo un chamaco.
Los Munson se mudaron a las afueras de la ciudad por el trabajo de Wayne pero él pasaba la mayor parte del tiempo en mi casa.
Ayude a desempacar las pocas pertenencias de la pequeña familia.
La casa era de un solo piso, con pocas ventanas, con uno que otro mueble que los anteriores dueños les regalaron a los Munson.
En la noche estaba agotada recostada en el piso con el guitarrista comiendo frituras.
–Oye Maggie- me habló y voltee a verlo y levanté mis cejas para que siga hablando -¿puedo dormir contigo?- pregunta rara pero acepte.
Los Munson seguían durmiendo en mi casa ya que todavía no compran colchones, así que Wayne nos llevó a casa, comimos y subimos a mi cuarto.
Tocaron la puerta de mi cuarto. –Hija, vamos a salir- dijo mi mamá desde el otro lado de la puerta.
Respondí con un ok y seguimos acostados, escuchamos la puerta cerrarse y un carro arrancar.
El se recostó en mi pecho y me jalo para que estuviera encima suyo pero solo quedo mi pierna encima de él. Estaba más pegado que de costumbre. –¿Estás bien, Edd?- pregunté y él asintió sin verme.
–Es que solo estoy aburrido, ¿qué tal si vamos a la casa del árbol?- ahora si me veía con los ojos grandes y brillosos.
–Si quieres- no me importaba.
Fuimos por el carro, baje a una tienda y compre algo de comer y tomar.
Llegamos a la casita y pasamos un buen rato allí recostados uno al lado del otro, Eddie giró su cuerpo para verme, hice lo mismo.
–Eres muy bonita- soltó y lo admito, me puse algo nerviosa.
–Gracias, tú también estás bonita- conteste. Se acerco a darme un beso que claramente acepte.
Me encantan sus besos porque son cálidos y nada bruscos; solo que este era algo distinto, un poco subido de tono.
Narrador omnipresente
Eddie tenía su mano derecha en la mejilla de la porrista y esta reposo su pequeña mano encima de la del guitarrista. El beso no paraba y los pulmones de ambos se quedaban sin aire, se separaron y siguieron. Era como si no pudieran vivir sin seguir con el beso.
Ambos se apretaban las camisas acercándose.
–Eres preciosa- dijo con falta de aire el muchacho y siguió.
Margaret se recostó y Eddie quedó encima de ella agarrando su cintura; después de un rato intenso de besos y caricias ambos se separaron, vieron sus labios rojos e hinchados pero como si eso no fuera suficiente y para dejar descansar los labios el guitarrista comenzó a crear un camino con humedos y calientes besos; mejilla, cuello, pecho, levanto su blusa y siguió el recorrido hasta acabar en el busto.
Agarró un borde del sujetador. -¿Puedo?- levantó la vista hasta los ojos de la porrista. Ella solo asintió y con un suspiro diciendo un "claro" con las mejillas rojas. Eddie bajo el sostén y con sus grandes manos empezaron a masajear los senos de Maggi, la cual se retorcía un poco en la cama, de los senos a los pezones donde la chica ya comenzaba a aguantar uno que otro gemido; unos labios se posaron en sus atributos de la chica lo cual hizo que quejidos salgan de su boca.
Munson se quitó la chaqueta y camisa, encontrándose con el tatuaje tan extravagante del muchacho; el guitarrista volvió a los intensos besos y colocando a la chica más cerca de él y está sintiendo un bulto entre sus pantalones, Maggi con una mano agarró aquel bulto sobresaltando a Edward.
El joven paró los besos y se escondió en el cuello de la porrista con el aire entrecortado, la chica con su otra mano empujo un poco al chico de negro y algo largo pelo para que ahora este este abajo. Ella besaba su cuello dejando chupetones húmedos y muy marcados haciendo un camino parecido al que el guitarrista hizo en ella.
Margaret hacía círculos con su cadera con la erección del chico, ambos salían beneficiados, sin dejar de separar sus labios salían pequeños gemidos.
La chica agarró el cinturón del joven. –¿puedo?- su voz era suave y con cansancio, el muchacho como respuesta comenzó a quitarse esta prenda y la dejó a un lado de él; la chica de azules y grises ojos desabrocho su pantalón, él algo nervioso apretaba los muslos de su enamorada; la muchacha quitó la prenda del joven adulto para que este solo quede en ropa interior, él hizo lo mismo.
El dúo admiraban sus cuerpos con miradas nada discretas bajando y subiendo por sus cuerpos semi desnudos; la chica dio el primer paso dando un beso aún más intenso (aunque no creo que exista algo más intenso) Edd colocó sus manos en el trasero de Margaret apretandolos.
La chica reaccionaba a las acciones del muchacho y decidió bajar la ropa interior del guitarrista dejando ver una erección prominente, en cambio el chico se puso nervioso y tímido, no es común que alguien llegue a ser tan íntimo pero con valor le hizo lo mismo a la chica.
Con delicadeza Margaret quedó abajo y con el permiso de ella, Eddie entró en la intimidad de Maggi, no era algo nuevo para la chica solo que era más grande.
Al principio era lento y poco a poco el chico aceleraba, con el permiso de la joven. Ambos gemían sin importar que, diciendo cosas al oído, él chico se cansó al poco tiempo y para seguir ella quedó encima y con sentones llegaron al final.
Sus cuerpos estaban calientes pero afuera estaba algo frío; se recostaron uno al lado del otro, abrazados y sin aire, pensaban en lo que habían hecho y algo mas pasaba que ninguno de los 2 sabían o más bien recordaban. Clases de educación sexual, no común por la época pero, cuando una abejita se posa en la flor y si la abejita no lleva sombrerito puede pasar un primaveral desastre.
La fría noche pasó y ellos estaban acurrucados, sin hablar y dormidos, ambos olvidaron que el día siguiente había clases y que su mamá, por parte de Margaret y su tío por parte de Edward, estaban algo preocupados.
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Nota rapida de la autora.
Perdon por tardan más de una semana, en 2 dias subire el siguiente capitulo que sera el ultimo porque quiero empezar nuevas historias y me siento algo precionada por dar un capitulo.
Con esperanza Mattarella.
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Sweetheart || Eddie Munson
FanfictionMargaret, una chica fuerte y amable se vera envuelta en un crimen o algo paranormal, recordando sucesos de su vida, conociendo nuevos amigos y probablemente un interés amoroso quien le enseñara nuevas cosas de la vida y que el arriesgarse no está ma...