11

106 17 2
                                    

*Para una mejor experiencia, puedes escuchar la canción en multimedia*

"Set fire to my forrest, and you let it burn"

Selena Gomez-Lose you to love me.

Aria

El Lunes me levanto muy temprano, cada hueso de mi cuerpo cruje. Sí, definitivamente tengo que ir hoy mismo al almacén para comprar una cama, éste paso seguiré atrofiado mis músculos.

Tomo una larga ducha, dejando que el agua corra sobre mi espalda llevándose consigo el dolor, al salir aplico rodas las cremas que uso y que estaban en mi neceser viajero, lo que me recuerda, que aún tengo mucho por desempacar. Al menos la ropa y zapatos están en el closet, la elección se me hace sencilla: una playera de color blanco y unos vaqueros de color negro ancho.

Cojo el bolso que está en el perchero y al salir de la cocina soy abordada por un golpe de realidad. No hay nadie esperándome con un café o una infusión como estoy acostumbrada, la estufa está fría.

Suspiro...Está bien, es una nueva vida, puedo comprar un café de camino al trabajo.

Le dejo un mensaje a Katsumi para saber si nos vamos juntas, su respuesta es inmediata.

Kat: Tuve que venir temprano porque no terminé de hacer algo el viernes. Yo y mi maravilloso don de dejar todo a última hora. Espero terminar antes de las 10, deséame suerte.

Río leyendo el mensaje de mí amiga y salgo de mi casa con un mejor ánimo.

* * *

Al llegar al Zstudios, más específicamente a nuestro departamento, escucho que en los parlantes se reproduce "Umbrella", entonces los relatos de Katsumi entorno a la fiesta del viernes hacen eco en mi cabeza. Eso explica porque todos sonríen o cuchichean con cada paso que doy.

¿En serio tenemos tiempo para ésto? Se supone que deberían estar ocupados en otros asuntos, como trabajar, por ejemplo.

Odio llamar la atención, siento que mis mejillas arden. Me parece que mí expresión de vergüenza y desconcierto no es impedimento para que algunos se acerquen a darme palmaditas en la espalda o pidan que choque los cinco con ellos.

—Buenos movimientos, Aria—Dijo uno.

—Nunca imaginé que eras tan cool—Aseguró una chica de ilustración.

Tomaré ése último como un cumplido. Por otro lado, no volveré a exponerme de ésta forma. Llego a mi espacio de trabajo y enciendo el ordenador, en lo que reviso la agenda para ponerme al día con mis asignaciones y hago algunas anotaciones, me detengo, porque de repente siento que me están perforando la nunca. Giro en mi silla, sólo para darme cuenta que unos cuántos pares de ojos me observan sin disimulo, expectantes, como si aguardaran por una gran hazaña.

¡Bendito sea ése día! Suspiro y abandono la silla que estaba ocupando. Me acerco a uno de mis compañeros de trabajo. Él, me muestra su sonrisa (muy bonita he de añadir) al verme.

—Aria—Saluda, los rizos castaños cubren su frente.

—Hola Shawn, ¿Sabes si el Sr. Carson está aquí?

—Oh, sí, llegó hace poco, está en la sala de testeo—Señala la puerta frente a nosotros.

Veo que está a punto de decir algo, recuerdo haberlo visto en la fiesta.

Empezar otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora