HASRET. [Malkoçoğlu Balı Bey]

Otuz beşinci bölüm

Habían pasado días, días en los cuales no había hablado con Malkoçoğlu.

Lo entendía, el estaba ocupado y ella también.
Pero pasaron muchas cosas también, intentaron asesinar a su madre... otra vez.
Afortunadamente una criada intervenir en el acto y salvo a su madre, se lo agradecía profundamente.

Otro suceso fue que, Su Majestad ordenó vender en una subasta todas las pertenencias de Ibrahim Pasha, sospechosamente la subasta terminó minutos después de empezar
Pues una persona compró todas las pertenencias.

No permitiría que la Sultana Hatice fuera feliz, aunque suene cruel.

Estaba observando el carruaje que estaba llendo directo a su palacio, hizo una seña y una flecha con fuego fue a dar al carruaje incendiando todo lo que alguna vez fue de Ibrahim Pasha.

Sonrió encantada y se retiro de ahí.

(...)

Había llegado al palacio hace ya un tiempo y en ese momento estaba escuchando una conversación de su padre con Eias Pasha.

-¿Por qué quieres que despida a Kasim Pasha?.

-Siempre dice cosas malas de mi Su Majestad, actúa de modo irrespetuoso ante todo el consejo.
Hoy hizo algo que realemnete lo hará enfadar... dijo que su decisión de ejecutar a Perih Pasha no era justa y tuvo la audacia de decírselo a todos.

-Considera a Kasim Pasha despedido, escribe el veredicto-comió uvas de los tazones en la mesa.

Realmente no estaba prestando mucha atención, no hasta que su madre había entrado a los aposentos.

-Si es todo Eias Pasha, puedes irte-se levanto y se acercó a su madre con una sonrisa.

-De echó, hay algo más.

-Te escuchó Pasha.

-Me acaban de informar que Hizir Reis esta en Manisa en estos momentos, fue a visitar al príncipe después de terminar la patrulla de bahía-prestó atención ante la mención de su hermano.

Cuándo el salia en una conversación, no salía nada bueno de ello.

-¿Que tiene eso de malo?.

-Su Majestad, después de cada invasión los soldados regresan a sus pueblos, El Príncipe y Hizir Reis recibieron a los soldados y luego... les dieron dinero.

Abrió la boca sorprendida.

-Prácticamente compararon a los jenizaros-susurro, aunque aquello fue escuchado por todos los presentes.