HASRET. [Malkoçoğlu Balı Bey]

Sekizinci Bölüm

-Allah mediante partiremos en dos días-informó el Sultán.

-¿No podemos quedarnos un poco mas?-preguntó la Sultana Mihrimah.

≻Manisa es hermoso, me gustaría recorrer mas.

-Mihrimah tiene razón su majestad, aun queda tanto por ver-explicó la Sultana Mahidevran.

-¿Que opinas tu Hürrem?-miró a su esposa.

-Como usted lo deseé-hizo reverencia.

≻Pero Selim y Bayaceto deben de estar esperándonos ahora, no estoy tranquila cuándo estoy lejos de ellos.

-Eso es verdad, pueden recorrer hoy si lo desean-vio a guardias correr hacía ellos.

-Su majestad, el Príncipe Mehmet y la Sultana Hasret-comunicó dejando confundido a los presentes.

Pero sin decir una palabra caminaron a los aposentos de su hijo el Príncipe.
Llegaron de manera rápida, ninguno tenia un buen presentimiento.

Al llegar a los aposentos del Príncipe Mehmet abrieron de golpe las puertas.

La escena frente a ellos rompió en mil pedazos el corazón de Sultán Süleyman y su esposa la Sultana Hürrem.

Sus hijos, sus estrellas estaban tendidos en la cama inconscientes.

Pero lo que los asustó de sobremanera fue ver una flecha en la espalda de su hija mayor.

-¿Hasret? ¿Mehmet?-el Sultán corrio hacía sus hijos.

≻Mis hijos, ¿Estan vivos?.

-Si aún viven-afirmó el principe Mustafá.

-¿¡HASRET!?, que fue lo que pasó-habló a su hijo Mustafá.

-Estábamos en el bosque y nos atacaron pero no se a quién fue, solo vi a Hasret empujar a Mehmet y ella recibir el impactó-miró a su padre.

-¿¡Dónde estan los doctores!?-grito a los guardias.

≻¡RAPIDO!.

Se posó junto a su esposa, no podía con tal imagen.

Hürrem solo podía gritar y abrazarlos, alguien había intentado asesinar a sus hijos.

-Saquen a las mujeres de aquí-habló un doctor, quién apenas había llegado junto a los demas.

-Vamos Hürrem-el Sultán la ayudó a levantarse para poder sacarla.

En ese lugar solo podían oír los sollozos de la Sultana Hürrem.

No quería perder a sus hijos en ese momento no a ellos.

Y el Sultán, el solo miraba de reojo a su hijo Mayor, andaba raro desde hace días, mas alejado.
No quería hacerse ideas en su cabeza, así que solo miró a los doctores quienes revisaban a sus hijos.
Hasret ya no tenía la flecha, pero seguía inconsciente.