Jay
Desolado.
Es el adjetivo que usaría para describir el lugar en que nos encontramos haciendo vigilancia, ¿a quién vigilamos? No tengo ni la menor idea ¿Por qué lo hacemos? Porque así se nos ordenó. Alguien con mayor rango que Hank Voight.
-esto es raro--- dice Ava
-¿Qué cosa?--- pregunto recostado de la ventana con la radio en mano
-que justamente a nosotros dos nos hayan mandado a vigilar un lugar tan desierto como este--- voltea a verme--- ¿desde cuándo necesitan que dos detectives vigilen la nada? Para eso tienen a los patrulleros, tengo mejores cosas que hacer--- bufa
-¿ah sí? ¿Cómo cuáles?--- volteo a verla con una ceja alzada
-como convencerte de que me vuelvas hacer el amor--- se encoge de hombros como si lo que acabara de decir no nos afectara en nada
-te haría el trabajo muy difícil--- susurro cerca de ella con una sonrisa pícara
-no lo creo--- se acerca a mí, haciendo que quedáramos frente a frente muy cerca del otro--- la primera vez no me costó tanto-
-me agarraste con la guardia baja--- la tomo del mentón
-claro miéntete a ti mismo--- susurra
Se relame los labios y sin esperar más junto nuestros labios. Esto es el cielo. Sin duda alguna me voy a volver adicto a sus labios.
Nos separamos por unas luces de un carro, ambos miramos extrañado por lo lento que iba el carro, como si estuviera vigilando o buscando a alguien.
Para cuando nos damos cuenta del arma que sacan del carro, ya es muy tarde para bajarnos y lo único que queda es escondernos, con dificultad tomo el chaleco antibalas y se lo coloco encima a mi compañera. Cuando los disparos terminan, se escucha como el auto arranca a toda velocidad del lugar.
-Ava--- no responde--- vamos, Ava arriba-
Con dificultad sale debajo el asiento.
-¿estás bien?--- pregunta preocupada
No tiene ninguna herida y eso es lo que me importa, un dolor en mi brazo me hace mirar en esa dirección y me encuentro con mi camisa manchada de sangre.
-¡Oh por Dios Jay! Te dieron--- dice alarmada
-no es nada--- hago presión en la herida--- repórtalo-
-50-21 Kennedy necesito una ambulancia en la esquina de Wabash y Pulaski, oficial herido--- dice en la radio
Se baja del auto y lo rodea, abre la puerta de mi lado y con un cinturón lo amarra alrededor de mi brazo para hacer presión.
-súbete--- digo aguantando el dolor--- pueden volver-
-no me interesa, Jay--- dice seria--- te estas desangrando-
-no es la primera vez que me disparan--- intento bromear pero su cara me dice que no le hizo gracia--- nena, va a estar todo bien-
Un auto se detiene al frente de nosotros y antes de que veamos quien es, Ava saca su arma apuntado en esa dirección, las dos personas se bajan del auto con las manos en alto y vemos que son Kevin y Adam.
-rubia, somos nosotros tranquila--- dice Adam
-escuchamos la llamada por la radio y vinimos cuanto antes--- Kevin se acerca a ella y la abraza--- ¿Qué fue lo que pasó?-
-no quiero hablar de eso ahorita, solo quiero a la ambulancia--- saca su radio y repite el llamado--- 50-21 Kennedy, ¿Dónde está la ambulancia que pedí?--- dice molesta
-ya casi llega--- contestan
-Ava, acércate--- ella lo hace y tomo sus manos--- relájate, voy a estar bien-
-¿vas a estar bien?--- pregunta molesta--- la última vez que te dispararon casi te pierdo--- se le llenan los ojos de lágrimas--- no quiero volver a pasar por esto-
-va... la próxima vez dejo que tú recibas el disparo y estaremos a mano--- bromeo, esta vez sí sonríe y se seca las lágrimas-
-ahí está la ambulancia--- habla Kevin
Entre Kevin y Adam me bajan del auto y me suben a la ambulancia, Ava se sube conmigo y ellos van detrás de nosotros en su auto.
-sabes que me alegra de todo esto-
-¿Qué te puede alegrar todo esto?--- pregunta confundida
-que fue a tu camioneta a la que dispararon y no a la mía--- sonrió divertido
-te odio, Halstead-
***
Al llegar al Med me ingresan automáticamente al quirófano para extraer la bala y Ava se queda en la sala de espera junto a mi hermano y al equipo.
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Corazón en construcción (Chicago P.D) (Jay Halstead)
FanficAva Torres tenía la vida "perfecta", el mejor esposo, la mejor hija, el mejor trabajo y el mejor compañero, en conclusión, la vida perfecta que cualquier ciudadano de Chicago quisiera tener. Pero un trágico suceso acabo con todo eso. En un abrir y c...