Camino por el cementerio en dirección a la lápida que tanto he visitado, acomodo mi chaqueta con la mano derecha mientras que con la mano izquierda sostengo el ramo de flores, rosas rojas, las favoritas de ella.
El invierno era su época favorita del año, ver las calles llenas de nieve y sentir la fría brisa era lo que ella más amaba, y lo que yo más amaba era ver su sonrisa cuando hacia chocolate caliente para esos días fríos, y no solo cuando hacia chocolate, si no cuando hacia todo lo que le gustaba.
Al llegar a la lápida, me arrodillo y quito la poca nieve que tiene encima y cuando quito toda puedo leer los nombres en ellas.
Marcus Wilson 1984 - 2022
Amado padre e hijo
Anahí Wilson 2007 - 2022
Amada hija
1 año ha pasado desde la muerte de mi esposo e hija y aun los extraño, luego de colocar las flores me levanto para admirar la escritura desde arriba. Siempre los extrañare. Hace unas semanas mi nombre casi forma parte de esas escrituras, pero por Jay y Anahí luche para poder sobrevivir y gracias a eso estoy aquí ahora mismo.
Camino hacia la salida y cuando voy llegando a mi auto piso mal y casi caigo, me coloco la mano en la herida ya que ahí fue donde más me dolió, por suerte no había sangre.
-te duele ¿verdad?--- pregunta una voz a mis espaldas, cuando volteo me encuentro con Jay de brazos cruzados y mirándome preocupado--- te hice una pregunta--- se acerca unos cuantos pasos a mi
-¿Qué... qué haces aquí?--- pregunto asombrada
-respóndeme--- alza una ceja--- ¿te duele la herida?--- yo asiento con la mirada baja--- creo que es porque solo llevas dos semanas de que te operaron, deberías estar en cama-
-me conoces, sabes que no me quedare en casa--- subo la mirada a sus ojos
-¿Cómo fue volver a casa?-
-fue difícil, se siente vacía, muy grande para mi sola-
-perdóname--- susurra y se termina de acercar a mí--- perdóname por irme ese día de la clínica--- dice con la voz ronca
-perdóname tu a mí, yo debí confiar en ti, debí decirte, pero yo no podía seguir viviendo con culpa, no podía más--- digo con la voz rota y con lágrimas recorriéndome las mejillas
-nada de lo que paso fue tu culpa... yo no debí irme del hospital, debí quedarme contigo--- limpia mis lágrimas-
-te amo--- digo acercando mis labios a los suyos
-yo te amo más--- termina de acercarse cortando la distancia
Nos seguimos besando una rato más hasta que nos separamos por falta de oxígeno, unimos nuestras frentes y nos quedamos así un rato.
-no me vuelvas a dejar-
-no tengo pensado hacerlo-
-gracias por construir mi corazón, Jay Halstead-
-gracias por confiar en mi para hacerlo, Ava Torres-
Y así es como di fin a este año de cambios y sufrimientos, en los brazos de la persona que amo y que estoy cien por ciento segura que me ama de la misma forma. Si no fuera sido por él mi vida se fuera acabado la noche que quise lanzarme de la azotea de su edificio, si no fuera sido por él mi vida se fuera acabado el día que mi familia murió, por eso y muchas cosas más siempre le estaré agradecida.
N/A: Hasta aquí llego esta historia, sin duda fue una de mis favoritas. Gracias por el apoyo y por sus comentarios que siempre me sacan una sonrisa. Todavía faltan los extras. Nos estamos leyendo.
Besos.
Ale.
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Corazón en construcción (Chicago P.D) (Jay Halstead)
Hayran KurguAva Torres tenía la vida "perfecta", el mejor esposo, la mejor hija, el mejor trabajo y el mejor compañero, en conclusión, la vida perfecta que cualquier ciudadano de Chicago quisiera tener. Pero un trágico suceso acabo con todo eso. En un abrir y c...