EXTRA 1

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Jay

Cierro la puerta del apartamento y me extraño al ver todas las luces apagadas, a Ava no le gusta la oscuridad, la llamo pero no me contesta, camino buscándola en las habitaciones y no la encuentro, son las 6 de la tarde, el frío comienza hacerse intolerable ¿Dónde se abra metido? Saco mi teléfono del bolsillo de mi chaqueta y marco su número, después del segundo tono me contesta.

-¿Ava dónde estás? Son las 6 de la tarde, puedes resfriarte-

-ya no puedo más--- dice con voz ronca y arrastrando las palabra

Clara señal de que está llorando y borracha, mala combinación, muy mala.

-¿Dónde estás? Voy por ti--- tomo las llaves del auto y camino hacia la puerta

-están muertos por mi culpa-

-no, no es así, corazón no es tu culpa, tienes que entenderlo--- digo con tono compresivo--- pero necesito que me digas donde estas Ava, para ir por ti, necesito ir por ti-

-estarás a salvo sin mí--- hipa--- les voy hacer un favor a todos y me voy a morir---

-no hagas una locura y dime donde estas--- digo con desesperación--- hazlo por mí-

La línea se queda en silencio por varios segundo y mi corazón comienza a acelerarse temiendo lo peor, cuando escucho su respiración acelerada me calmo un poco, solo un poco.

-por favor dime--- susurro

-en la azotea del edificio-

A penas me dice su ubicación abro la puerta del apartamento y corro escaleras arriba y no me detengo hasta llegar a la puerta verde que dice solo personal autorizado. La abro con cuidado y cuando coloco un pie en la azotea tiemblo del frío, cierro la puerta tras de mí y comienzo a buscar a Ava con la mirada, cuando la encuentro dejo de respirar por segundos y el corazón se me acelera a tal punto de creer que se me saldría del pecho.

-Ava--- digo su nombre despacio para no asustarla

Está de pie en el bordillo del techo con una botella de alcohol en la mano, cuando escucha mi voz voltea a verme y juro sentir mi corazón romperse al verla, tiene los ojos rojos e hinchados por el llanto, el maquillaje lo tiene corrido y su mirada demuestra todo el dolor y la desesperación que siente y a su vez se le ve perdida, como si no supiera que hacer, como si estuviera dudando.

-Jay--- susurra mi nombre

Juro que mi sonido favorito es cuando ella dice mi nombre, pero no en estas circunstancias.

-¿Qué haces, nena?--- me acerco a ella--- dame la mano, vamos a casa--- extiendo mi mano hacia ella

-todo es mi culpa--- voltea hacia el vacío nuevamente--- estarás mejor sin mí-

-no estaré mejor sin ti porque por ti soy mejor--- me acerco un poco más--- dame la mano Ava, yo voy a estar bien-

-me lo prometes--- voltea a verme

-te lo prometo-

A penas término de decir esas palabras toma mi mano y yo halo de ella, la tomo en mis brazos y bajo hacia el departamento nuevamente, siento como tiembla entre llanto y el frio, como quisiera que no sufriera de esta manera.

Como puedo abro la puerta y la cierro con uno de mis pies, llevo a Ava hacia el baño y después de regular la ducha, la dejo de pies en la ducha y dejo que se bañe mientras yo voy a la cocina a preparar un poco de té, ella odia el té, pero es lo que necesita en estos momentos.

Cuando sale del baño, lo hace utilizando una de mis camisas, su mirada esta baja y no me mira, coloco el té frente a ella y lo toma susurrando un gracias tan bajo que casi no lo escucho. El baño ayudo con la borrachera, ojala fuera ayudado también con la tristeza.

Nadie habla mientras ella se toma el té, pero en ningún momento me ve, parece huir de mi mirada, esta avergonzada lo sé, pero no debería de estarlo, al menos no conmigo, cuando termina el té le quito la tasa y la coloco en el lavavajillas.

A pasos lentos me acerco a ella y la abrazo, siento sus brazos rodearme y empieza nuevamente a llorar, de verdad está destruida y me da coraje no poder hacer nada.

-¿en que estabas pensando?--- digo con mis labios besando su coronilla

-en ti, en Anahí--- dice ahogada entre lágrimas

-esto no puede volver a pasar, Ava--- tomo su cara entre mis manos y hago que me vea--- tienes que prometérmelo-

Ella asiente.

-tienes que decirlo, Ava, quiero escucharte decirlo--- susurro cerca de su cara. Siento su respiración acelerada cuando me acerco un poco más--- dilo-

-lo prometo--- susurra sin quitar su mirada de mis ojos

Y aquí es donde confirmo que realmente amo a esta mujer, porque puedo verla en su lado más alegre y en su lado más vulnerable y aun así la veo como la mujer más hermosa del mundo.

Corazón en construcción (Chicago P.D) (Jay Halstead)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora