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TW: mencion de suicidio

Abracé la foto instintivamente mientras negaba con la cabeza del malestar que estaba sintiendo

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Abracé la foto instintivamente mientras negaba con la cabeza del malestar que estaba sintiendo.     Trate de respirar pero sentía que me estaba ahogando con mis propias lágrimas, y aunque me sequé la cara, seguían cayendo de mis ojos.

Retorciéndome de dolor terminé de recostarme sobre la cama, tratando de reunirme a mi mismo, como tratando de evitar que me resquebrajara, sin dejar de abrazar la foto, miserablemente.

Podía recordar todo, como me negué inicialmente a asistir a clase y como terminé yendo. Recordaba los fragmentos de mi infancia que se habían quedado conmigo; todas las memorias de mi vida regresaron a mi, en especial, casi particularmente con más fuerza, las memorias del último año que viví.

 Recordaba los fragmentos de mi infancia que se habían quedado conmigo; todas las memorias de mi vida regresaron a mi, en especial, casi particularmente con más fuerza, las memorias del último año que viví

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Parecías muy feliz en la foto, Meme.

Han pasado muchos años, demasiados, tantos que no puedo recordarlos. Faltan apenas un par de décadas para que sea un siglo, un siglo entero. Los pase, los incontables años, como un borrego sin dirección más que la que se me guiaba. No podía recordar nada, supongo que era menos tormentoso que recordarlo todo en cierta manera, pero lo merezco.

En algún momento incluso tu también falleciste. Me pregunto en que pensabas antes de morir, Meme. Y lamento de nuevo no haber podido estar contigo para sostener tu mano. ¿Me perdonarías por eso también?

Siento vergüenza de mi mismo por siquiera pensar en ti, por disturbar tu paz de nuevo. Se que te causé un gran dolor, conozco tu corazón y se que tanto te lastimé.

Deseo únicamente poder esconderme en tus brazos y sentir tus caricias en mi cabello, que los latidos de tu corazón distraigan mi mente de cualquier pensamiento.

Y lamento tanto no haber podido darte otro beso, Meme.

Cuando cierro los ojos eres lo único que veo, y cuando los abro solo me rodea la oscuridad nublada de lágrimas.

Lo único que me viene a la cabeza y aunque trate de ignorar ese recuerdo, fue del último día que pasamos juntos. Mi último día de vida y el último en el que te vi. Me levanté con melancolía y lo primero que vi fue el sobre a mi lado. Antes de ir al colegio, pasé por la oficina de correos y le pregunté al cartero cuanto se demoraría en entregar la carta, me dijo que estaría en su destino para el siguiente día, le pregunté si podía regresar por ella en la noche si me arrepentía y dijo que si. Nunca regresé por ella, ¿O si?

Llegue tarde, como siempre.

Me dijeron que había absolutamente destruido mi año escolar y que debía repetir. No tenía que preocuparme de repetir si estaba muerto.

"Abre la boca" Te pedí y te di un osito de goma. Me sonreíste. ¿Como podría hacerte algo asi, mi dulce luz?

No hicimos prácticamente nada.

La profesora dio un discurso al final. Me fui apenas sonó la campana. Tu te quedaste hablando con Sasha. Espere por ti en la puerta, quería despedirme, quería darte mi última despedida.

"¿Esperas por mi?" Me preguntaste cuando me viste en la puerta, con un tono jovial. Me di la vuelta y te encaré. Asentí para ti, te dije que quería despedirme. Te conté que me divertí contigo.  Te abracé, y me abrazaste de vuelta, Meme.

Me preguntaste que iba a hacer. La verdad es que no tenía ninguna clase de plan. No tenía planeado vivir otro día después de ese. Pero no te dije eso. Me mantuve por un rato abrazándote y encontrando el último consuelo de mi vida en tus brazos.

Te dije que me iba.

Me preguntaste si tan pronto. No pude irme de inmediato. Me detuve y asentí de nuevo para ti, no me salían más palabras de la garganta.

Te dije que esperaba que nos viéramos de nuevo, y te confesé lo muy feliz que fui contigo, lo muy contento que me hiciste.

Antes de irme, me agache un poco, te acomodé el cabello y te di un beso. Te sostuve las mejillas mientras sentía tus labios cálidos con los míos.

Quise caminar después de darte el beso, pero de nuevo me devolví a tus brazos y con un corto abrazo te susurré mi último adiós. Te vi llorar de emoción. Que hermosa te veías sonrojada.

Me repetí de nuevo que nunca podría irme si seguía dándome la vuelta a verte, por lo que caminé con prisa, lejos del colegio, hasta que llegue a mi casa. Me salté la reja porque ni siquiera me apetecía moverla para pasar y abrí la puerta de mala gana.

"Maldita sea" Grite tras tirar la puerta y porque me apeteció, rompí uno de los floreros de mi madre. No había nadie en la casa, igual que por las últimas dos semanas.

Asentí con furia mientras pateaba los trozos de cerámica quebrados en el suelo y fui a la cocina a ver mi destino. Quise morir con el estomago lleno, pero si intentaba prepararme otra sopa de fideos instantánea iba a vomitar. Me di por vencido, seguro de que al menos antes de condenarme a una eternidad de sufrimiento el diablo me daría algo de comer por lástima.

Subi a mi cuarto.

"tw quiero" Recibí de tus mensajes.

"Aprende a escribir." Sonriendo de inmediato te contesté.

"También te quiero" Te dije sonriendo por última vez antes de que se formara un nudo en mi garganta.

"<3" Me enviaste.

Esa fue entonces la última vez que sonreí en mi vida. Por que me dijiste que me querías y por decirte que te quería.

Asi, por fin, suspiré dejando el teléfono en mi cama y caminé al baño de mi cuarto.

Tomé el recipiente blanco que tenía escondido para que la señora de la limpieza no pensara que era un sociopata extraño y me senté en la tina. En vez de pasarme las pastillas una por una decidí metérmelas todas a la boca y tragármelas de golpe como un salvaje. Y entrelacé los dedos de mis manos sobre mi pecho mientras veía las baldosas de la ducha esperando a que mi cuerpo digiriera que nos estábamos matando y reaccionara. No se cuanto pasó para que me empezara a doler el estomago como el diablo y de lo último que me acuerdo fue que me empezó a salir espuma de la boca, asco.

Y de ahí inicia todo otra vez, me desperté y era la parca.

Ahora entiendo por que mi "nombre" es 1122. Es la fecha de mi muerte. El 22 de noviembre. El 22 como el número del soneto que te robé del libro.

Quizás quisieras que te cuente que hice mi segunda amiga. Ella es lo mismo que soy yo. No se cual es su nombre y aunque se lo preguntase, ella no lo sabe. Somos compañeros de cuarto y es mi segunda amiga después de ti, después de mi primera amiga y de mi primer amor.

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the river   - arminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora