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Cuando regrese del salón de té, camine de vuelta al rio

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Cuando regrese del salón de té, camine de vuelta al rio.

Fue un camino sombrío en el que en lo único en lo que pensé fue en la sonrisa del alma de mi amada.

Me había perdonado, me había perdonado por la decisión que tomé.

Pero aunque me había perdonado, no podia abandonar el dolor profundo y talante que me había dejado verla morir.

Caminé como un muerto viviente de vuelta hasta el rio y entre al agua. Me agache y acaricie la mejilla pálida del cadaver de Lethe que había dejado el alma atrás. Cerré sus párpados para que cubrieran sus ojos desalmados ahora y la levanté.

No supe cómo decirle a su abuela lo que había pasado, pero tuve que hacerlo. Quizás nunca sea capaz de olvidar el sufrimiento en la cara de la mujer al verme entrando con el cadaver de su nieta en brazos.

Atendí el funeral de Lethe y me llevé conmigo el teléfono de rueda que le perteneció a ambas Lethe y Mneme.

Regrese a Alemania inmediatamente después.

– Lo siento mucho - Mikasa, que yo acababa de reconocer como la hija de Helga, me dijo en el aeropuerto, dándome un abrazo tras haber escuchado todo lo que yo le había dicho.

Entonces ella también se había suicidado. Recordé a su madre diciéndome que yo le recordaba a ella porque ambos éramos callados. Me preguntaba que era lo que le había pasado en vida a la chica como para que hubiera recurrido al suicido.

– ¿Pero que sucedió al final? – Mikasa continuó preguntándome pero no tuve respuesta alguna que darle, no podía decirle nada si no quería ser castigado, si es que era posible ser castigado aun mas.

Mikasa y yo caminamos hasta el cuarto que compartíamos pero no pude descansar. Le dije que saldría.

Con el frio terrorífico de Berlin calándome los huesos camine hasta el cementerio en el que lei que Mneme había sido enterrada. Era un día sombrío, el viento empujaba a los transeúntes y las nubes oscuras en el cielo amenazaban con un aguacero sin precedentes, no había ni una sola alma mas en el cementerio.

Me demoró un buen rato encontrar lo que estaba buscando, pero al final lo pude encontrar.

– ¿Quien se supone que es usted y que hace en esa tumba? – Le pregunté a un hombre tan viejo que probablemente yo me había equivocado de tumba y el en realidad estaba tanteando el terreno para su nuevo hogar.

– Vaya joven irrespetuoso – El anciano dijo aunque yo probablemente ya había rondado el planeta por décadas cuando a el le cambiaban los pañales – Esta es la tumba de mi tia.

– Falso, Mneme no tenia hermanos – Señale y el quedó pasmado.

– ¿Es acaso usted un aficionado de la paleontologia que viene a atormentar el reposo de un alma santa? ¡Maldito joven degenerado! – El anciano peleo evadiendo mi declaración.

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⏰ Última actualización: Aug 18, 2023 ⏰

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the river   - arminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora