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—haocito, escucha, te la dedico.

después de una larga lucha de soonyoung contra la radio del auto en la que intentaba reproducir música desde el celular de minghao, omitiendo el mini-infarto de este al ver que se le cayó una vez, al fin sonaba heart attack de chuu.

you attack my heart, you attack my heart —soonyoung cantaba y bailaba alegremente en su lugar, sacándole risas a minghao.

el pelirrojo no podía ver el pequeño acto de soon por estar conduciendo, pero le bastaba con solo escucharlo, soonyoung estaba cantando de forma exagerada algunas partes lo que lo hacía divertido. aprovechaba para mirarlo atentamente durante las paradas por el semáforo en rojo, de paso podía mimar el rostro de soon con toda la adoración del mundo.

una vez que el rubio terminó de cantar, volteó a ver emocionado a su novio.

—estuvo muy lindo, mi niño —minghao tomó la mano de soonyoung y la besó sin quitar la mirada del frente, acción que hizo ruborizar a soonyoung. mientras seguían tomados de la mano, soon se dedicó a acariciar a minghao con su pulgar y ambos tarareaban juntos las canciones que reproducía la radio.

el menor solía estresarse demasiado cuando conducía debido al tráfico, mismo motivo por el cual soonyoung iba al volante la mayor parte del tiempo. ya era bastante común que el pelirrojo llegara a casa echando humo por las orejas después de una larga jornada de trabajo y unas dos horas de puro tráfico, y por más enojado que minghao estuviera, jamás se sobrepasó con soonyoung, así que para relajarse y no cometer alguna tontería trataba de meditar un poco, ducharse con agua tibia o "robarse" a soonyoung de lo que sea que estuviera haciendo con el fin de exigirle algunos abrazos y besos.

apesar de todo, minghao se voluntarizó para manejar, sorprendentemente estuvo de buen humor durante todo el camino y soon no iba a dejar que nada lo arruinara.

cuando un auto sobrepasó el suyo, provocando que minghao tuviera que frenar lo más rápido posible para evitar algún tipo de accidente, el rubio notó lo rojas que se estaban tornando las orejas de minghao y el como sus nudillos se volvían blancos por la fuerza con la que tomaba el volante.

—tranquilo, amor, respira.

soonyoung trató de calmarlo, hablándole despacio, inhalando y exhalando ruidosamente con la intención de que minghao hiciera lo mismo, su novio logró tranquilizarse pero ahora soonyoung comenzó a fastidiarse.

sin pensarlo mucho, bajó la ventanilla del asiento de copiloto y sacó un poco la cabeza para gritar.

—¡aprende a manejar, tarado de mierda!

minghao estuvo burlándose todo el camino de la cara que puso el conductor que los pasó y de cómo soon empezó a regañarse a sí mismo por ser tan grosero.

el mayor no pensó que hao fuera a reaccionar de esa manera, aun así, le hacía sentir bien el que minghao estuviera feliz de nuevo.

ah! love | haosoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora