ah! love | haosoon

viii

siete años atrás pt. 3

—soon, agárrate bien de esa silla.

ya llevaban unos meses siendo amigos y desde el primer encuentro durante el almuerzo, no se volvieron a separar. tenían clases totalmente diferentes pero también tenían huecos infinitos entre cursos y descansos.

minghao cuando empezaban los huecos solía regresar a casa para estudiar más tranquilamente y comer algo rico en algún restaurante cercano, dejó de hacer todo eso para seguir a soonyoung. a veces el rubio se la pasaba en la biblioteca leyendo o viendo a los chicos del club de basquetbol jugar, a minghao le gustaba acompañarlo en aquellas actividades, ya sea estudiando o animando al mismo club junto al más bajo.

—¿qué pasó, haohao? —soonyoung ladeó la cabeza, curioso por el por qué minghao vino despeinado y con la mirada agitada, esa era su primera conversación del día, literalmente vio a minghao correr desde la entrada hasta donde él se encontraba.

—hoy me vine en bus, soon —el mencionado hizo un exagerado gesto de sorpresa, tratando de no burlarse de minghao por bobo—, hoy me tocó venirme en un bus para la universidad.

—no te creo —soonyoung dejó que minghao se sentara a su lado y le acarició la espalda en forma de consuelo—, ¿estás bien?

—no en un bus, ¡en dos buses!

al chino le encantaba ser dramático, soonyoung ya sabía que el auto de minghao estaba en el taller mecánico y que por lo mismo tuvo que sobrevivir unos días sin este, aunque realmente esperaba que minghao fuera en taxi a la universidad y no en bus, tal vez el castaño buscaba salir de su zona de comfort y aventurarse un poco a explorar el maravilloso mundo del transporte público.

—ya, ya, sin llorar —unas palmaditas en la espalda y unos dulces después, minghao ya estaba recuperado y con ánimos de vuelta.

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why you rolling waves over me now, it's all i need, dreaming

en la biblioteca, soonyoung estaba leyendo un grueso libro de psicología de la infancia para una de las prácticas del curso de psicología que se avecinaban en menos de una semana, hao no tenía ninguna práctica pendiente ni ganas de estudiar así que solo se quedó al lado del rubio, con los audífonos puestos escuchando la playlist que soonyoung le creó en spotify.

waiting on l.a. to come find me, be forgiven

soon era bastante expresivo a la hora de leer, a veces detenía su lectura para hacer algunos apuntes en su cuaderno, sacaba un poco la lengua mientras escribía y fruncía el ceño. y minghao era muy observador, sonriendo tontamente por los pequeños gestos del mayor.

i'll be a regular guy for you, i never said i'd do that

una hora después, soonyoung decidió que era suficiente estudio por hoy y le pidió a ming que lo acompañara a su casillero y después a las canchas de basquetbol, puesto que el equipo de la universidad iba a empezar a con sus prácticas.

why you looking so beautiful to me now when you so sad?

el casillero de soon era el 1010, lo que significaba que estaba en el primero piso y era el décimo cubículo, bastante cerca de la entrada para su fortuna. minghao tenía el casillero en el tercer piso, pero era muy flojo para subir siempre a dejar sus cosas, así que empezó a usar el casillero de soonyoung, el más bajo no tuvo problema con esto, hasta le regaló una llave de copia.

i will always think about you

cuando llegaron a las prácticas y se sentaron en las gradas, minghao notó que uno de los jugadores se quedaba mirando fijamente en su dirección por mucho tiempo, fingiendo bostezar estiró uno de sus brazos hasta posarlo encima de los hombros de soonyoung.

minghao creyó que soon no lo notó, lejos de eso, este aprovechó el momento para acurrucarse a su lado. ambos ignoraron los fuertes y rápidos pálpitos de sus corazones y disfrutaron del partido.

that's why i'm calling you back on my way through

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después del resto de sus clases ambos se encontraron en la entrada de la universidad, eran las seis de la tarde y el cielo estaba oscureciendo. ambos tomarían el mismo camino de regreso, debido a la cercanía de sus distritos.

ellos junto a otras veinte personas esperaron pacientemente por diez minutos a que su condenado bus al fin se detuviera en la concurrida parada.

—ojalá el carro no esté tan lleno —pensó minghao en voz alta, soonyoung echó una buena carcajada ante lo dicho—. ¿qué es tan gracioso, tonto?

soonyoung siguió riendo y palmeó el hombro de hao, el menor algo confundido decidió ignorarlo. su transporte al fin llegó, al contrario de lo que deseaba minghao, el bus estaba repleto de gente.

el castaño quiso llorar ahí mismo.

—haohao, el día de hoy conocerás lo que sucede dentro de los buses a la hora punta.

—quiero mi auto de vuelta.