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—es tan precioso, voy a invitarlo a salir —un muchacho de aproximadamente veinte años, piel pálida, cabello negro y ojos afilados suspiró por enamoramiento y casi se deja caer de espaldas dramáticamente sobre su mejor amigo. el mayor de los dos lo juzgó con la mirada y lo empujó hacia otro lado.

—yo voy a invitarlo a salir, wonwoo, a ti puede que te haya gustado primero pero él me sonrió a mí la otra vez.

—¡eso qué importa, jun! —wonwoo se quejó, lo golpearía de no ser porque ambos se encontraban literalmente en una guardería con un montón de niños de cinco años corriendo y riendo cerca de ellos. no podían armar un escándalo, se supone que estarían ahí solo para recoger al hermano pequeño de wonwoo.

la dichosa persona por la que peleaban tanto, era nada más ni nada menos que kwon soonyoung, uno de los profesores más queridos de aquel plantel educativo, al tener veintiséis años tenía a madres, algunos papás y en este caso a dos jóvenes babeando por él. soonyoung era todo lo que cualquier persona con dos dedos de frente desearía, atractivo, tierno, gracioso, bueno con los niños y por la falta de anillo en su dedo anular, soltero al parecer. aunque ese fuera el primer año de soonyoung trabajando en ese lugar, el inicio de su popularidad fue bastante repentino.

en san valentín, el rubio se vio obligado a sonreír forzosamente al ver las diecisiete cartas rojas regadas en su escritorio cuyo destinatario era él.

volviendo a la actualidad, jun y wonwoo miraron atentamente que el jeon más pequeño de la familia saliera de su aula tomado de la mano del profesor soonyoung, dando algunos saltitos alegres y haciéndole una infinidad de preguntas a su maestro favorito.

—tenemos que resolver esto como personas civilizadas —dijo junhui, a wonwoo le costó aceptar que el chino tenía razón pero finalmente asintió, así que ambos se posicionaron frente a frente.

—piedra, papel o... ¡tijera!

ambos mostraron un puño con las manos, llegando a un empate lo que aumentó la tensión entre los dos.

—lo siento mucho, nonu, somos mejores amigos y sé que no deberíamos pelear por un chico —jun palmeó la espalda de wonwoo como si ya hubiera ganado—... pero míralo por el lado positivo, serás el padrino de mi boda.

—deja de creerte tanto, estúpido, puedo ganar yo.

el castaño rodó los ojos por la falta de humor de su acompañante y gritó:

—¡piedra, papel o tijeras!

cuando wonwoo sacó papel y jun, tijeras, el chino estaba demasiado shockeado como para moverse o decir algo, había ganado, podría invitar a salir a soonyoung y no habría problema. wonwoo analizó rápidamente la situación y llegó a la conclusión de que jun siendo novio de soonyoung no era algo que pudiera permitir, así que empujó a jun haciendo que este caiga sobre su trasero y fue directo hacia soonyoung.

—¡camarón que se duerme, se lo lleva la corriente!

por todo el alboroto causado por los jóvenes, soonyoung frunció el ceño en dirección al par de gritones. igual que a sus alumnitos cada vez que hacían algo incorrecto, soon estaba listo para regañarlos por su mal comportamiento, de no ser porque el chico de gafas que siempre iba a recoger a jeon wonhan se adelantó y habló.

—profesor kwon, mi nombre es jeon wonwoo y me gustaría preguntarle algo.

el rubio lo miró confundido pero asintió dispuesto a escucharlo, el llamado wonwoo se mostraba bastante nervioso y la mayor parte del tiempo confundió palabras con otras, haciendo su mensaje inentendible. en lo que soonyoung trataba de entender qué quería decir el pelinegro, de un momento a otra toda su atención fue desviada hacia la nueva persona presente detrás de wonwoo.

—príncipe, ¿interrumpo algo?

wonwoo presenció en vivo y en directo como las mejillas del profesor kwon se tornaban de un ligero color rosa a un carmín chillón que se esparció hasta sus orejas y cuello; sin embargo, el jeon mayor no había llegado a la parte de su improvisado discurso donde invitaba a salir al más bajo así que dudaba mucho ser el causante de aquel sonrojo. la mirada del rubio estaba depositada en algo detrás suyo, sin ningún disimulo volteó su cabeza cual niña del exorcista y vio a un hombre de cabello azul con un ramo de rosas rojas llegar al patio de la guardería.

—minghao, pensé que irías directamente a casa —soonyoung se acercó despacio al peliazul y le dio un casto beso en la mejilla, el cual fue devuelto por el más alto como un beso en el dorso de su mano.

—¿no puedo venir a recoger a mi novio a su trabajo?

soonyoung sonrió tontamente y recibió las rosas.

wonwoo desde que escuchó la palabra novio dejó de escuchar el resto de la conversación, debido a la pena tomó la pequeña mano de su hermano menor y se dirigió a junhui, el cual seguía sentado en el suelo quién-sabe-por-qué.

—jun, vámonos antes de que se me caiga la cara de vergüenza.

—sí, no volveré a pisar este lugar nunca más.

wonwoo cargó a wonhan en sus brazos y se apresuró a ir a la salida, el castaño fue detrás de él pero tropezó con alguien.

—¡oh, lo siento, no vi que pasabas por aquí! —jun quien había caído por segunda vez iba a quejarse y desahogar todas sus emociones reprimidas de no ser porque observó mejor al hombre con quien se topó—. mi nombre es lee seokmin, soy padre de lee chan, uno de los compañeritos de wonhan.

—me llamo junhui —para este punto, eso era lo único q podía articular el más alto, había quedado embobadísimo por lo atractivo que le resultaba seokmin.

—qué hermoso nombre —dijo seokmin con una sonrisa, el corazón de jun dejó de latir por dos segundos y empezó a creer en el amor a primera vista—. perdón mi atrevimiento, ¿pero te parece si te llevo a algún restaurante en compensación por el malestar pasado?

—me llamo junhui.

ah! love | haosoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora