ah! love | haosoon

vi

siete años atrás pt. 1

este es kwon soonyoung.

kwon soonyoung tiene diecinueve años y está en su tercer ciclo de la carrera de educación inicial y primaria, no tiene un auto y vive lejos de la sede de su universidad, así que debe tomar el bus, en realidad, no un bus, tres buses.

cosas locas podían pasar en esos tres buses, como el rubio apunto de caerse porque el chofer aceleraba apenas él ponía un pie en la acera, también las horribles frenadas que lo mandaron a volar en más de una ocasión y ni hablar del horrible olor que había en ese lugar una vez fueran las seis de la tarde.

pero ninguno de esos martirios se comparaban a cuando subían vendedores ambulantes al bus. soonyoung no tenía ningún inconveniente en colaborarles en su trabajo y darles dinero, y ese era el problema, soonyoung no sabía cuándo parar de darles dinero.

varias veces los compañeros de soonyoung lo vieron almorzar únicamente caremelos de limón y dulces de leche después de largas horas de clase y algunos estaban empezando a cansarse de que él les rechazara las salidas por su falta de dinero.

kwon soonyoung a mediados del tercer ciclo se quedó sin amigos.

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este es xú minghao.

xú minghao también tiene diecinueve años y está en su tercer ciclo de ingeniería biomédica, vive lejos de la sede de su universidad pero al menos tiene un auto.

mientras que soonyoung llega a casa cansado oliendo a mono y con un peinado que lo hace parecer un diente de león, minghao llega sin ningún cabello fuera de lugar y con su mismo aroma a colonia de la mañana. soonyoung llegaba algo cansado pero feliz por aquel productivo día y listo para continuar con el resto de sus actividades, al contrario de minghao quien se estresa en medio del tráfico, tocando la bocina e insultando en chino a un idiota que le cerró el paso. soonyoung cumplía veinte años casi finalizando el primer semestre del año, y minghao los cumplía al casi finalizar el segundo semestre del año.

dos personas completamente diferentes que parecía que ni de lejos se toparían.

e incluso así, la curiosidad en minghao por aquel chico rubio que se sentaba a comer caramelos solitariamente en el almuerzo no tardó en despertar. había visto a ese chico en sus clases de filosofía en primer ciclo, minghao era muy participativo en esa clase y a veces notaba que soonyoung se quedaba dormido sin mucho disimulo, lo que lo hacía indignarse y le dio una mala imagen del rubio hasta que lo encontró en la biblioteca una semana antes de los exámenes finales, con una gran pila de gruesos libros de filosofía, un café en la mesa y un cuaderno donde realizaba varios apuntes. nunca había visto a alguien tan dedicado a la filosofía, ni siquiera él se había empeñado tanto en el curso, solo le daba una leída a los textos que dejaban antes de cada clase y participaba como si nada

unos días después del examen final de filosofía, se notificó que únicamente dos personas sacaron la máxima calificación: kwon soonyoung y xú minghao.

minghao iba a su asiento a felicitarlo de no ser porque soonyoung se había desmayado del cansancio que había estado cargando desde que iniciaron los finales.

y apenas era su primer ciclo, pobre.

desde ese momento minghao no se encontró a soon más por los pasillos ni en clase, probablemente porque ya no compartían ningún curso o porque iban a facultades distintas.

minghao no era fan de almorzar acompañado, pero el rubio se veía muy triste en aquella pequeña mesa y no lo vio comer en todo el día. esta podía ser la decisión más impulsiva de su vida que tuvo desde que llegó a corea, pero no podía quedarse más tiempo de brazos cruzados.

soonyoung estaba usando audífonos y revisando algunos de sus apuntes cuando vio un sandwich y una naranjada aparecer justo frente a él.

—¿puedo sentarme aquí?