𝕮𝖆́𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝟏𝟑 - 𝕬𝖕𝖗𝖊𝖓𝖉𝖊 𝖆 𝖈𝖚𝖆𝖓𝖉𝖔 𝖍𝖆𝖇𝖑𝖆𝖗

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Habían pasado 4 días, todo estaba demasiado tranquilo, Navier trabajaba como de costumbre y Sovieshu parecía demasiado ocupado como para prestarle atención a la pelirroja. Estaba en los jardines, pensando en la forma menos agresiva de acercarse a Rashta, quería tomarse el tiempo de analizar un poco la situación de preferencia que tenia la albina sobre ella.

Mientras pensaba, un escalofrío recorrió su espalda, el sonido de pasos la medio alerto, volteando sutilmente y encontrándose con Ergy; estaba por levantarse y retirarse pero el rubio solo sonrió cuando noto su plan.

- Te recordaba menos cobarde.

- No tienes derecho ni permiso de llamarme así. - Dijo Amelie mientras se ponía de pie, temblando ligeramente del coraje, si fuese Henley, probablemente ya estaría gritando por una patada en la tibia.

- A veces no me dejas opción. Me gustaría que no me evitaras, aun te debo una explicación.

- No quiero saber nada de ti. - Amelie ya estaba lista para irse cuando el castaño sonrió y hablo.

- ... Si quieres acercarte a Rashta puedo ayudarte.

La pelirroja se detuvo, entre sorprendida y molesta, volteo suavemente mientras Ergy se acercaba un poco más y tomaba sus manos con suavidad.

- Zuri me dijo que necesitabas ayuda para no verte tan "grosera". Puedo hacer que Rashta confíe en ti en un santiamén.

- No necesito eso, no quiero agradarle y mucho menos su confianza, solo quiero entender porque ataca a Navier. - Rápidamente alejo sus manos del castaño y se fue, iba a matar a Zuri cuando pudiera.

Ergy se quedo de pie, mirando con molestia como la pelirroja huía, no se metería más, parecía que ni sus mas allegados entendían lo difícil que era para ella acercarse a Rashta, aunque, no entendía muy bien el porque, Henley solo había mencionado que era amiga intima de Navier y Sovieshu.

- Pajarito acaso... ¿quieres ser la amante de Sovieshu? - Solo de pensarlo el estomago de Ergy se hizo un nudo, una rabia sin sentido llego a su mente. Sovieshu, tomando de la cadera a Amelie mientras reían y la consideraba una amante, no podía permitir eso.

Amelie caminaba rápidamente por el palacio hasta que Sovieshu la vio pasar, le preocupo la velocidad a la que iba, así que no dudo en seguirla.Cuando Amelie estaba lista parta entrar al salón de las rosas para despistarse un poco, Sovieshu la llamo.

- ¡Amelie! ¿Esta todo bien?

- Sovieshu...

- Te vi casi correr de los jardines ¿Pasó algo?

- No es nada, quería despistarme...

Sovieshu miro a su hermana con preocupación, suspiro y acaricio su cabeza dulcemente mientras cerraba los ojos. No sabia que decir ni hacer, estaban teniendo roces por el tema de su amante, y eso empezaba a molestarle. Iba a decir algo cuando Amelie suspiro.

- ¿Crees que... pueda acercarme a Rashta?

- ¿Que?

- Si, quiero... darle una oportunidad. Pero es solo para asegurarme de que Navier no debe preocuparse de ella.

-¿Crees que debería preocuparse de Rashta?

-Es tu amante, parece que no recuerdas como era estar en medio de un grupo de mujeres deseando el trono...

-Amelie...

-No la estoy juzgando, solo quiero saber que Navier no debe preocuparse de que en algún momento atenten contra su salud o algo así.

- Esta bien... les preparare una reunión.

- Gracias - Amelie extendió sus brazos, abrazando al mayor mientras escondía su cara contra su pecho con alegría. Sovieshu quedo helado, no por otra cosa mas que por sorpresa, hacia mucho que no la veía, y el abrazo de bienvenida no fue como este. Así que se limito a abrazarla de vuelta y besar su cabeza con suavidad.

-I·ᴍ ᴀ Vɪʟʟᴀɪɴ﹖-     𝐿𝑎 𝐸𝑚𝑝𝑒𝑟𝑎𝑡𝑟𝑖𝑧 𝐷𝑖𝑣𝑜𝑟𝑐𝑖𝑎𝑑𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora