Único

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Era un día cualquiera en la bonita ciudad de Inazuma. Cada quien hacía su vida normal, los niños corrían por las calles, los aventureros se dirigían al edificio del gremio para recoger sus comisiones (incluyendo a cierto viajero), los ciudadanos caminaban por las pacíficas calles sin preocupación alguna y los trabajadores se dirigían a su puesto de trabajo correspondiente, como era el caso de Heizou

El pelirrojo, estando algo cansado pues aquella noche no durmió como era debido, entró en su oficina y comenzó con el papeleo que debía hacer aquel día. Realmente esperaba que sucediese algún caso interesante pues no tenía nada por resolver, tan solo rellenar simples papeles con las conclusiones de sus anteriores investigaciones

Tres horas pasaron con lentitud. El detective estaba extremadamente aburrido. Lo único que lo mantenía entretenido era el sonido del reloj al pasar las horas. Odiaba los días en los que nadie requería su servicio pues se sentía realmente inútil si lo único que necesitaban de él era rellenar papeles. Era un detective, por los arcontes. Se suponía que debía estar en la calle resolviendo casos o, al menos, pasar un par de horas rellenando informes, no todo el día sentado y encerrado en su oficina

Necesitaba entretenimiento

Bien es cierto que adoraba los días pacíficos y prefería que la gente no se metiese en problemas mas, aún así, tenía que entretenerse con algo y una oficina no es el lugar adecuado para ello 

De la nada, sonaron suaves toques en su puerta

- Siento molestarle, detective Heizou - habló el guardia - Hay alguien que desea conversar con usted en su oficina. ¿Deberíamos dejarle pasar?

Por fin, algo de diversión

- Sí, adelante - guardó los papeles en un cajón y esperó pacientemente - Déjenle pasar

La puerta se abrió ante él, dejando ver así la persona que tanto quería verle. Al ver un oni con una cabellera blanca, cuernos rojos y un fuerte torso semidesnudo no se extrañó en absoluto 

- ¡Heizou hermano, colega! - gritó el chico tras cerrar la puerta, dejándolos a solas - ¿Qué tal ha ido todo mi coleguilla?

- Buenos días señor Arataki - respondió formalmente pues aún estaba en su horario de trabajo - ¿Ya te metiste en problemas de nuevo? Déjame adivinar, ¿Escándalo público?

Itto rio - ¡Como me conoces hermano! Pero realmente mira, no fue para taaanto. Solo una pequeñiiita molestia ¿Sí? Anda, me parece injusto ir a la cárcel por esto y Shinobu va a parecer un diablo en cuanto se entere así que buen amigo, hermano, colega, pequeñín, te ruego que tengas piedad de este pobre oni y me dejes salir ¿Sí? La banda Arataki te recibirá con los brazos abiertos. Además, somos amigos, llámame Itto

- De acuerdo, Itto. Es cierto que somos buenos amigos así que intentaré ayudarte pero no te acostumbres - sonrió Heizou - Aunque mira, será difícil puesto que esta vez yo no tengo nada que ver con tu caso

- ¡Awww, venga tío, no seas un aguafiestas! - se acercó al pelirrojo, estando enfrente de su escritorio - ¡Seguro que hay algo que puedes hacer! No dejes a tu buen amigo tirado

Heizou se levantó del sitio y, con lentos pasos, caminó hasta el oni. Notó una clara diferencia de altura (puesto que apenas le llegaba al pecho) mas no dejó que le intimidase 

- Tal vez si que hay algo que pueda hacer por ti - miró hacia arriba con ojos de cachorrito - Aunque tienes que hacerme un favor primero 

- ¿El qué? El gran Arataki Itto puede con cualquier cosa - gritó orgulloso - ¡Vamos, pídeme lo que sea! 

Heizou sonrió, se cruzó de brazos y se apoyó ligeramente en el escritorio aún estando de pie. Todo bajo la atenta mirada del oni 

- Verás, hoy ha sido un día muy aburrido y realmente quiero algo de entretenimiento, diversión... Ya sabes - relamió su labio inferior - Tú eres alguien fuerte y trabajador... Cuando quieres. Apuesto a que podrías hacer maravillas si te lo propusieras 

Teasing The Oni (IttoxHeizou)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora