𝙈𝙮 𝘾𝙧𝙪𝙨𝙝'𝙨 𝙁𝙧𝙞𝙚𝙣𝙙 🦋 𝙝𝙮𝙪𝙣𝙝𝙤

⌜Capítulo 11⌟

[Minho]

Abrí los ojos y miré alrededor en un intento de reconocer el lugar donde me encuentro y tan pronto me percaté de que estoy en una habitación que evidentemente no es la mía, me levanté de golpe de la cama y dirigí la mirada hacia el atractivo chico que se encuentra profundamente dormido sin ropa interior por lo que me tomé el tiempo para admirar su cuerpo que es bastante delicioso.

A pesar de que el chico es muy castrante, no puedo negar que tiene un maravilloso cuerpo que seguramente he disfrutado bastante durante la madrugada, pero desafortunadamente no era la persona con la que deseaba pasar la noche, sin embargo, no me puedo quejar del todo debido a que supo cómo hacerme sentir satisfecho, pero eso nunca se lo confesaré.

Después de admirar su belleza durante unos minutos, me giré hacia el otro lado de la habitación en busca de mi ropa y cuando la visualicé, caminé hasta ella y me la puse para regresar a mi departamento.

—¿Planeas irte sin siquiera decir nada? — me preguntó el pelirrojo tan pronto abrió los ojos.

Llevé mi mirada hasta la suya y pregunté con tono burlón—: ¿Debería darte las gracias? ¿O debería maldecirte porque abusaste de mí mientras me encontraba ebrio?

—Quizá me sentiría culpable si cierta persona no hubiera pedido por más durante la madrugada— se burló.

—Supéralo, Hyunjin— chasqueé la lengua. —Ya que estás despierto, ¿por qué no me llevas a mi departamento?

—¿Por qué debería hacerlo?

—Supongo que no quieres que tu novia se entere sobre esto, ¿cierto? — solté con veneno.

—Mierda— murmuró Hyunjin tras levantarse de un salto de la cama. —Te llevaré.

—Que amable.

El pelirrojo simplemente rodó los ojos y comenzó a vestirse.

Realmente recuerdo perfectamente todo lo que sucedió la madrugada anterior y no puedo evitar aceptar que me gustó, pero nunca se lo diré a Hyunjin porque eso sería perder más de mi orgullo. También debo admitir que fingí el no saber quién era realmente, así que, hice uso del nombre de Félix para darle más sabor a nuestro candente encuentro.

Fuimos directamente al estacionamiento después de salir del lujoso departamento y me subí al auto que fue señalado por el pelirrojo.

—¿En dónde vives? — me preguntó sin despegar la mirada del camino.

Extendí mi mano hacía él y no dudó en entregarme su celular, así que, puse mi dirección en el GPS.