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Un arduo entrenamiento había acabado, todos en el doyang se adentraron a los vestidores para cambiar su ropa por una más cómoda. Jungwon salió del vestidor yendo directamente a la puerta de salida, notando rápidamente como San conversaba alegremente con su novio. La tristeza no tardo en aparecer, pero hizo el esfuerzo por contener las lágrimas que amenazaban con salir.  

A pasos lentos se acercó a ellos e hizo una pequeña reverencia mientras decía: —Felicidades por su noviazgo, espero que duren mucho —Jungwon fingió una sonrisa e hizo una reverencia nuevamente mientras la pareja le agradecía. Pronto, el pequeño Yang salió corriendo rápidamente de ahí con lágrimas en los ojos.

—¡Jungwon, espera! —gritó Jay, quien había estado observando todo desde un lugar no muy lejano

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—¡Jungwon, espera! —gritó Jay, quien había estado observando todo desde un lugar no muy lejano. Agarró su mochila y corrió tras el mencionado, dejando de Lune con las palabras en la boca.

Jay bajó rápidamente las escaleras y pudo observar a Jungwon no tan lejos de él, así que corrió rápidamente hacía él y lo llamó.

—Jungwon —lo llamó en cuanto estuvo frente a él; —¿Estás bi- —y sus palabras se quedaron en el aire en cuando sintió una calidez en su cuerpo. Jungwon lo estaba abrazando mientras lágrimas recorrían por el doquier de su rostro, tal como aquel día en la fiesta.

Jay dio pequeños golpecitos en su espalda, tratando de tranquilizar al menor que se encontraba en sus brazos. Utilizó una de sus manos para acariciar suavemente su cabello color chocolate y dejó que Yang llorará en su hombro.

—¿Quieres que te lleve a casa? —preguntó el mayor, en cuanto vio como Jungwon se tranquiliza un poco. Yang asintió.

—Vivo a unas cuadras de aquí —dijo con su voz entre cortada.

Ambos comenzaron a caminar. Nadie hablaba de nada, preferían estar en silencio y así, en unos minutos llegaron a la casa del menor.

—Aquí es —dijo Jungwon. —Gracias por traerme a casa —hizo un reverencia en forma de agradecimiento.

—No hay de qué —Jay sonrió. —Si algún día quieres hablar con alguien sobre algo... puedes confiar en mí, trataré de ser de ayuda —dijo, pues a pesar de que tenía sus sospechas sobre lo que estaba pasando, no quería obligar al menor a decirle algo que no quería. —Descansa y nos vemos mañana.

Jungwon asintió mientras se adentraba a su casa. Jay partió rumbo a su destino también.

《🥋》

—Perdón por dejarte abandonado ayer, había olvidado por completo que le había prometido a Jungwon irme con él —Jay le dijo a Lune, mientras ambos se colocaban su equipo de protección.

—¿Desde cuando tú y Jungwon son tan cercanos?

—¿Eh? —Jay observó con una mueca de confusión a Lune. —Pues, desde la fiesta?... —dijo en respuesta. —¿Por qué?

Lune lo observó no muy conmovido pero asintió. —Digo, es que antes parecía como si Jungwon te odiará, y ahora de la nada son muy cercanos, incluso podría decir que son amigos.

"Amigos" aquella frase se repitió en la cabeza de Jay. —Oh... —y como si de una invocación se tratará, ambos ven a Jungwon entrar por la puerta.

—Buenas noches —saludó Yang con una reverencia y entonces Lune y Park decidieron que era buena idea ya no hablar más sobre éso.

《🥋》

—¿Te encuentras mejor? —Jay se acercó rápidamente a Jungwon después del entrenamiento.

—Sí, gracias —Yang le sonrió.

—¿Quieres que te acompañé de nuevo a tu casa?

—No quiero ser una moles-

—No eres ninguna molestia —no dejó al menor terminar su frase. —Me gusta tu compañía —aquella declaración, hizo que las mejillas del Jungwon se encendieran de un hermoso color carmín y mientras eso pasaba, había una persona que lo observaba desde la puerta de los vestidores. 

《🥋》

—Gracias nuevamente por traerme a mi casa —sonrió mientras hacia una reverencia.

—No es nada, es agradable pasa tiempo contigo...

Jungwon sonrió mientras abría la puerta de su casa. —Entonces... adiós...

—Adiós —Jay sonrió de vuelta.

—Enviame un mensaje cuando llegues a casa.

—Sí, está bien —ambos se sonrieron mutuamente y Jungwon se adentro a su hogar, su sonrisa aún permaneciendo en su rostro y sintiendo un golpeteo extraño en su pecho. 

 

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Las cosas ya se están poniendo buenas jskaksksks.

Intenten adivinar quién es la persona que los observó y les doy unas chetos.

Bueno, nos vemos :)




—Seong-Mars

Taekwondo | JayWon AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora