7:00 A.M. - California
-¡Anabel! - gritó mi madre, desesperada
Lista para empezar una jordanda educativa, tras estar un largo tiempo en vaciones de verano; mi madre me esperaba abajo junto con una de las señoras de limpieza, sino me equivoco su nombre era Rouse.
Termine de bajar las escaleras con una enorme sonrisa de oreja a oreja plasmada en mi cara.
-¿Se podría saber el motivo de tu felicidad? - preguntó mamá, señalando el comedor para que fueramos a tomar el desayuno
-Personas nuevas las cuales conocer, sólo eso. - introduje un poco de cereal a mi boca
Mi madre sólo se dispuso a asentir con la cabeza.
~
-Annie ahí estas - Alexa, mi mejor amiga venía corriendo hacia mi
-¿Viste algo nuevo? - guiñe el ojo
-Si, creo que han remodelado los casilleros. - le di un leve golpe en la cabeza
-No seas tonta, sabes muy bien de lo que hablo.
-Ah.. no, todo sigue terriblemente igual. - Alexa estaba cabizbaja
-¿A qué te refie..? - fui interrumpida por el timbre
-Hablamos luego tengo clase con Mr. Smith
-Te veo en el almuerzo. - conteste para luego dirigirme a la oficina principal, en busca de mi horario de clases
Volvi a pensar aquel momento cuando mi amiga, Alexa, cabizbaja mensiono la frase "Todo sigue terriblemente igual" ¿A qué se estaba refiriendo?; acaso había un problema grave en su familia, no lo creo ya me lo ubiese contado -sin ser muy modesta-.
La oficina estaba repleta de estudiantes buscando, tal vez, sus horarios de clases. Unos cuantos desesperados por entrar a clases - ¿Qué onda con esos que les gusta tomar clases?-, y otros bromeando, típico; yo sólo me dispuse a esperar en unas de las sillas que estaban fuera de la dirección a que todos salieran ó a que simplemente no haya tanto alboroto.
Saque mi teléfono de mi bolsillo para no aburrirme, tanto.
Después de unos minutos alguien se había sentado y como dicen "la curiosidad mato al gato" así que levante mi cabeza para ver quien era. Me percate que era sólo el nerd, leyendo algo. Me quede observandolo por varios minutos hasta que se dio cuenta.
-Deja de acosarme Anabel - su voz era realmente ronca
-¿Cómo sabes mi nombre?
-No preguntes algo que ya sabes.
-Eres extraño.
-No me conoces.
-No tendría que...
-No juzgues a un libro por su portada.
No sabía que responder así que me pare ignorando sus palabras, dispuesta a recoger mi horario.
-Disculpe, ¿me podría dar mi horario de clases? - pregunte a la secretaria la cual rondaba por los 40 a 45 años de edad
Anotó algo en el computador para luego decirme algo.
-Claro, sólo necesito tu nombre, apellido y en el curso que estas.
-Anabel Richardson y estoy en el tercer año de preparatoria.
-Woah Richardson! No te estaba reconociendo.- la secretaria se quito las gafas para observarme mejor
-Entonces creo que esas gafas no les están funcionando.
