¡Cachorro! [Terminada][Corregido]

-Colapso-

Era de noche, y Ace caminaba cautelosamente por la cubierta. Se sentó en la madera, sintiendo sueño y, para ser sincero, frustrado. A pesar de tener una recompensa de 3,460,000,000 berries, lo trataban como a un niño pequeño, como a... ¿un hermanito? Solo deseaba recuperar su libertad. Sabía que era un super novato y que Haruta pronto encontraría su información, tal vez permitiéndole irse. Solo tenía que evitar que los Marines lo vieran con la tripulación de Barba Blanca.

Se quitó un poco la camisa para examinar un gran hematoma. Dejar que la herida tomara aire era lo mejor en ese momento, aunque le dolía mucho. Escuchó pasos a su alrededor, detectando el Haki de Thatch o, maldita sea, el hombre más feliz del mundo, Haruta.

Hola, cachito de sol - Ace bufó, y Thatch se sentó a su lado.

¿No tienes algo que hacer por ahí? - Thatch soltó una carcajada.

No hasta dentro de 12 horas; guardia nocturna. Algunos comandantes están rondando por aquí también. - Thatch trató de abrazar a Ace, pero notó el moretón en su cuerpo. - Oye, Acey... ¿qué es esto?

Es resultado de una pelea que no te incumbe. AH - Ace saltó hacia atrás cuando Thatch lo tomó a la fuerza y lo cargó como si fuera una novia, camino a la enfermería.

Uh, uh, no, Ace. Si te digo la verdad, no tengo tantos hermanitos lindos. Los hermanos lindos son todos más grandes, pero tú eres el primer hermanito pequeño, y pretendo hacer el trabajo de hermano mayor correctamente. Además, si te pasa algo, Marco me ahogará en la taza de sake de oyaji. - Thatch puso a Ace en la camilla y lo encerró en la enfermería.

¿Qué demonios? - Ace estaba a punto de meterse en una tubería, pero la puerta se abrió de golpe, y entró Marco en su forma de lobo ardiente. Ace se puso a la defensiva. - Déjame en paz, pájaro quemado. - Ace estaba al borde del colapso; el dolor empeoraba y sentía que sus piernas temblaban. No quería que nadie lo tocara.

Los pasos de Marco resonaron en sus oídos, pero no pudo hacer nada cuando los puntos negros comenzaron a aparecer en su mente. Después de todo, no había estado comiendo adecuadamente desde que lo llevaron al barco.

Cuando Ace se despertó, se sintió muy cómodo y acogido por una almohada. Sintió que podía quedarse en ese lugar seguro durante mucho tiempo, pero también notó la presencia de Marco a su alrededor. Ace parpadeó, y la neblina en su cerebro comenzó a disiparse.

Mmm - Ace no pudo articular palabra; su garganta le dolía, probablemente debido a la falta de líquidos y alimentos.

Hola, Ace. ¿Cómo te sientes, yoi? - Marco, el bastardo, Ace quería estrangularlo en ese momento, pero no tenía la fuerza suficiente. Estaba débil, y las palabras amables lo apaciguarían.

Estoy bien - Ace se aferró a la mano de Marco, que acariciaba su mejilla.

Bien, yoi. ¿Cuántos años tienes, yoi? - Ace parpadeó un par de veces.

Tengo 17 - Ace se apegó a la mano de Marco mientras él lo acariciaba.

¿Cuál es tu color favorito? -

Um... naranja -

¿Y tu comida favorita, yoi? -

C... carne -

Y de repente, la neblina en su mente desapareció, y Ace estaba tan alerta como si estuviera a punto de enfrentarse a un peligro mortal.

¡¿QUÉ DIABLOS?! - Ace saltó hacia atrás, alejándose de la cama. Trataba de poner distancia entre Marco y él, agarrando lo primero que encontró a mano, una almohada.

Uh, Ace, esa almohada no te defenderá muy bien, yoi - Marco sonreía, con la lengua afuera. A Marco le gustaba mucho Ace, mientras caminaba hacia él para sostenerlo en sus brazos, Ace bajó las orejas y mantuvo sus manos en el pecho de Marco, empujando.

Shhh, está bien, Ace. Nadie te hará daño, yoi. - Marco arrullaba al joven.

¿Por qué cuando está contigo es un lindo cachorro y cuando intenta comerme los ojos a mí? - Thatch estaba celoso.

Así son las cosas, yoi. -

Ump -

Algún día Izo te arrullará... celoso -

Thatch parecía un tomate.