7. La vinculación◽️

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Era el día de Navidad cuando Hermione y Severus volvieron a salir a la noche clara y tranquila. La nieve había dejado de caer y el aire era gélido, pero el coro había sido tan hermoso como ella recordaba, y ambos se sentían muy animados.

"Quiero visitar sus tumbas", dijo ella, de repente.

"¿Estás segura?" cuestionó Severus, aun viendo la determinación que brillaba en sus ojos.

"Todavía no he estado allí".

"¿Nunca?"

Se mordió el labio y murmuró: "Harry se ofreció a llevarme una vez que me enterara de lo ocurrido, pero..."

"Ya veo", contestó Severus, con su mente moviéndose hacia todas las posibilidades.

Sus ojos brillaron al mirarlo. "Pero esta noche... bueno, estás conmigo", y haciendo una pausa su labio volvió a pasar entre los dientes, y luego dijo en voz baja: "Siempre me has hecho sentir segura, Severus. Ahora aún más, y creo que podría soportarlo", miró a sus pies y volvió a levantarse. "Si estuvieras conmigo, quiero decir".

A pesar de que su cabeza se tambaleaba por las nuevas admisiones de profunda confianza de Hermione, se las arregló para decir: "Entonces cómo podría decir que no. ¿Sabes a dónde aparecerte?". Ella asintió con la cabeza: "Bueno, entonces ven". Él le apretó la mano para tranquilizarla y dijo: "Llévanos allí".

Aterrizaron en un parque nevado, en un sendero flanqueado por lápidas a ambos lados, y Hermione se acercó, rodeando su brazo mientras empezaba a caminar, guiándolo ligeramente

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Aterrizaron en un parque nevado, en un sendero flanqueado por lápidas a ambos lados, y Hermione se acercó, rodeando su brazo mientras empezaba a caminar, guiándolo ligeramente.

"¿Cómo sabes por dónde ir?", preguntó él, observando a su alrededor con atención después de que hubieran atravesado varias veredas igualmente.

"Mis padres ya habían comprado parcelas adyacentes a las tumbas de mis abuelos paternos, así que espero que cuando se lean sus testamentos...", explicó ella, pero dejó de hablar cuando él asintió y ella se aclaró la garganta.

Severus estaba bastante seguro de que aquello iba a ser mucho más traumático para Hermione de lo que pensaba, sobre todo si no podía terminar esa última frase. Ella se detuvo bruscamente y se giró, tirando de él para que se detuviera también. Allí, frente a ellos, estaban las tumbas de sus padres, y él vio cómo las lágrimas empezaban a resbalar por sus mejillas. Probablemente nunca se recuperaría de la culpa que sentía por haberlos enviado a la muerte sin querer mientras intentaba salvarlos, aunque no hubiera sido su culpa.

Sin embargo, estaba seguro de que los había salvado de lo que habría sido una muerte horrible a manos de lunáticos como Tom Riddle y Bellatrix Lestrange, pero no había cambiado la línea temporal, habían muerto igualmente. Observó cómo conjuraba dos grandes ramos de rosas y se inclinaba para colocarlos sobre las tumbas.

Estaba enderezándose de nuevo cuando Severus escuchó por primera vez el pequeño maullido. Sin embargo, en ese momento lo ignoró, pensando que estaba escuchando cosas y más preocupado por Hermione. Se encontró esperando para consolarla, y se sorprendió de lo fácil que le estaba resultando mientras la atraía hacia él, parecía que la práctica sí hacía la perfección. Aunque deseara que ella no hubiera tenido que sufrir ninguna de las recientes pruebas que había tenido. Guardando silencio, Severus permitió que ella recibiera consuelo de él mientras lloraba, e incluso bajo las horribles circunstancias, su corazón se elevó al poder hacerlo.

𝐸𝑙 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑐𝑜𝑟𝑎𝑧𝑜́𝑛 | 𝑆𝑒𝑣𝑚𝑖𝑜𝑛𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora