BOYFRIENDS › luckity; PAUSADO

06; discusión

Quackity no supo en qué momento se involucró en medio de la discusión que estaban teniendo Luzu y Rubius, pero esto no le estaba gustado para nada.

- ¡De hecho, le tengo que pagar a mis socios! - comento Rubius exaltado, refiriéndose a Alexby y Quackity, siendo ambos plenamente conscientes de que no sería así, muy pocas veces Rubius les entregaba alguna de las riquezas que conseguía robándoles a sus clientes de su tienda en Karmaland. Luzu apretó el puño con ira ante las mentiras de Rubius, recordando cuantas veces Quackity había ido hacia él totalmente derrotado y desganado, contándole como su desvergonzado y sinvergüenza jefe no le había pagado por sus esfuerzos.

-¿Sabes qué, Rubius? - Luzu se acercó amenazadoramente a Rubius, cara a cara. Rubius miró esos ojos totalmente fijos y penetrantes en él, probablemente clavando mil estacas imaginarias en su cabeza - Ya no quiero el trato, prefiero volarte la casa antes que me des unos pobres pedazos de hierro.

-¿Volar mi casa? - Rubius cruzó los brazos sobre su pecho, mirándolo desinteresadamente de arriba abajo, claramente juzgando con su mirada arrogante - Luzu, has estado muy agresivo últimamente, ¿Qué te pasa? - dijo con crueldad, curiosamente con su voz sonando más dulce y suave de lo normal, contrastando en ese sentido - Hasta Quackity, tu puto novio, piensa que te has estado comportando como un gilipollas, bajale un poco a tu jodida soberbia.

Ante esas palabras miro a Quackity, quien desvió la mirada totalmente apenado por aquella confesión que lo lanzó al agua. Luzu se sintió destrozado y afligido, sabía que Quackity hablaba de él con Rubius, incluso se lo había admitido, pero no creía que fueran cosas tan chocantes y personales, considerando que ya estaban mejorando como pareja y tratando de tener mayor comunicación entre ellos. Fue como un golpe para él, como si todo el esfuerzo y progreso para comunicarse en su relación se hubiera ido a la mierda en unos tristes segundos.

Quackity, por su parte, sabía que haber hablado de su relación con Rubius no era la decisión más madura y correspondiente que había tomado, pero a diferencia de los demás miembros de Karmaland, confiaba en Rubius y pensaba que podía progresar y cambiar a medida que avanzaba como persona, incluso si actualmente estaba actuando como un maníaco irremediablemente orgulloso, sabía que era una máscara para ocultar su miedo; porque era obvio que actuar de esa manera era un mecanismo de defensa para no verse inferior y salir herido. Pero a pesar de todo ese esfuerzo que había hecho por entender a Rubius, ahora estaba arrepentido, arrepentido de haberle dado tanta información que finalmente terminó rebelándose y usando a su contra, siendo en su cabeza solo era un desahogo normal y tranquilo sobre las actitudes de su novio, algo bastante común entre amigos, cualquiera haría lo mismo, pero nunca pensó que Rubius lo revelaría tan rápida y agresivamente.

Pero Quackity estaba preparado para este tipo de situaciones, con una trampa subterránea esperándolo si en algún momento Rubius le hiciera algo realmente malo.

-Mira... te tocaré una canción, para calmarte - Rubius dijo, finalmente sacando una flauta de su bolsillo y tocándola. Luzu siguió mirándolo con seriedad y severidad, podiendo distinguir la leve sonrisa burlona de Rubius que poco a poco iba apareciendo en las comisuras de sus labios mientras tocaba su melodía, claramente burlándose de Luzu, sin intención de calmarlo, sino de enojarlo más - ¿Esto te relaja, Luzu?- lo miró con sus ojos serenos, burlándose de él mientras tocaba la flauta.

- Me relajaría aún más si dejaras de robarnos a Juan y a mí.

- Perdón, pero creo que tienes la obsesión de decir que te robó tus cosas - dejó su flauta y la metió en su bolsillo, para poder poner su mano en el hombro de Luzu y apretarlo de una manera siniestramente amistosa - Primero Quackity, luego tus hierros...

- Quackity no tiene nada que ver con esto.

- Nos vemos, Rubius, me piro de acá - Juan dijo, casi sonando como una amenaza. Había estado detrás de Luzu todo el tiempo, buscando venganza por el robo que le cometió Rubius, robándole varios materiales importantes. Pero sabía que las cosas habían tomado un giro bastante personal, por lo que decidió que era mejor irse.