~Capítulo 3~

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Mikey se quedó perplejo por mis palabras.

- ¿Qué...?- lo interrumpí antes de que lo mal interpretara.

- Lo digo porque puede que esos mafiosos averigüen que vivo aquí- dije intentando arreglar lo que había dicho- No pienses que quiero hacer nada extraño.

Me sorprendí al ver que una sonrisa apareció en su rostro.

- Claro que no lo he pensado- dijo divertido- Más bien lo has pensado tú, Haru.

Sentí mis mejillas arder.

- ¡No es verdad!- dije negando con la cabeza.

Una calidez se llenó en mi interior al escuchar su risa, hacía tiempo que no la escuchaba.

- ¿Por qué tendría que quedarme?

Rodé los ojos.

- Es tú culpa que ahora unos mafiosos quieran secuestrarme- dije cruzando los brazos- Creo que es lo más normal.

En realidad eso no me importaba lo más mínimo, se lo había pedido porque quería pasar más tiempo con él, pero no podía decírselo ya que entonces se negaría a quedarse.

Este suspiró.

- Esta bien, lo haré- dijo mientras abría la puerta- Pero solo por esta noche, después me largaré.

No pude evitar sonreír emocionada.

- Pero no me culpes si hago algo- dijo serio.

¿Eh?

Decidí ignorar eso y pensar que podría pasar más tiempo con Mikey. A lo mejor hasta podría solucionar las cosas y volver a estar como antes.

Al estar los dos dentro de mi apartamento, se hizo un pequeño silencio.

Él parecía estar inspeccionando todo con la mirada.

Yo también lo hacía ya que antes no pude mirar mucho mi apartamento. Pensaba que estaría peor ya que no suelo ser muy trabajadora limpiando y demás, pero se veía bastante bien.

- ¿Qué es lo que haces?- la voz de Mikey me sacó de mis pensamientos- ¿No piensas hacer algo para cenar?

Mierda.

Se me había olvidado completamente que tenía que cenar.

Miré la nevera y solo había algunas cosas para hacer una sopa.

Pero lo malo es que yo no tenía ni idea de cocinar.

- Sobre eso...- dije riendo nerviosa.

Mikey abrió los ojos.

- No me lo puedo creer, ¿no sabes cocinar?

Asentí algo avergonzada.

- Si que eres inútil.

Lo miré ofendida por sus palabras, aunque tenía algo de razón.

- Ya lo hago yo- dijo mientras sacaba las cosas de la nevera.

Lo miré confundida.

- ¿Sabes cocinar?

- Claro que si, ¿por qué piensas que no?

La verdad no me imaginaba a Mikey cocinando.

- No, por nada- dije desviando la mirada.

Me senté en la mesa que había en el salón esperando la comida como una idiota. La verdad estaba algo avergonzada por ello pero aun no había aprendido a cocinar.

Seguí echándole un vistazo al salón. Me fijé en que había una pequeña foto colgada en la pared.

Salíamos mi madre y yo.

Me enamoré de ti ||Mikey x lectora||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora