Me enamoré de ti ||Mikey x lectora||

~Capítulo 4~

Cuando desperté, me sorprendí al ver el rostro de Mikey a centímetros del mío.

El aun seguía dormido.

Me quede admirándolo por unos minutos, se veía muy tierno dormido.

Se me ocurrió una manera de compensarlo por haberme hecho ayer la cena así que decidí intentar levantarme.

Me costó bastante hacerlo sin despertar a Mikey ya que él aun seguía rodeándome con sus brazos.

Aun así pude conseguirlo ya que Mikey siempre tenía el sueño pesado. Cerré la puerta de la habitación y me dirigí a la cocina.

Quería prepararle el desayuno. No sabía cocinar pero al menos podía hacer unas deliciosas tortitas.

Siempre se lo preparaba a mi madre cuando podía.

Puse música en mi móvil, me encantaba escucharla mientras las hacía.

Con "Highway to Hell" de AC/DC de fondo, empecé a hacer las tortitas.

Ya casi estaba terminando, les eché un poco de azúcar ya que así estarían mas ricas.

Llegó mi parte favorita de la canción por lo que empecé a bailar y a cantar emocionada mientras utilizaba el batidor como micrófono.

- ¿Qué es esto?

Me detuve al instante en el que escuché esa voz. Me volteé y vi a Mikey apoyado en el marco de la puerta.

Estaba algo despeinado ya que se acababa de levantar.

Me avergoncé al instante.

- ¿Mikey?- dije riendo nerviosa- Que rápido te has levantado.

- La verdad es que me era difícil dormirme con alguien cantando así- dijo suspirando- ¿Qué demonios haces?

Me acerqué a él con el plato de tortitas en la mano.

- Quería hacer el desayuno- dije sonriendo- Ayer hiciste tú la cena y quería agradecerte.

Este se mantuvo en silencio  mientras me miraba fijamente.

Lo miré confundida.

- ¿Pasa algo?- dije rompiendo el silencio.

Sin decir nada, dirigió su mano hacia mi mejilla.

- Tienes la cara manchada de azúcar- dijo serio y limpiando mi mejilla- De verdad eres tonta.

Sentí mis mejillas arder.

- Voy a buscar el chocolate- dije apartándome avergonzada.

Mikey se sentó sin decir nada.

Al encontrar el bote de chocolate lo dejé en la mesa.

- Aquí está- dije sentándome yo también.

Me sorprendí al ver que tenía mi móvil en la mano.

Alcé una ceja.

- ¿Qué estás haciendo?

- Ahora hablas mucho con Takuya, ¿no?- dijo enseñándome mi móvil- Te está enviando muchos mensajes.