Me enamoré de ti ||Mikey x lectora||

~Capítulo 10~

- ¿Pero que dices?- dije sin entender nada.

- Fue unos meses después de que te dejase- dijo mientras encendía su cigarrillo- El hijo de puta de Kisaki seguía obsesionado contigo.

Tragué saliva nerviosa.

- Nos estuvo observando, a ti y a mi, durante muchos años- soltó una risa sarcástica- No te vas a creer lo que hizo.

Lo miré atenta.

- Te pidió matrimonio.

Abrí los ojos.

¿Qué demonios?

- Tú lo rechazaste diciendo que me querías.

Sonreí, era de esperarse que hiciera eso.

- Entonces el psicópata al día siguiente intentó atropellarte con un camión- dijo apretando sus puños- Menos mal que pude salvarte antes de que lo hiciese.

- Madre mía- suspiré- Un momento, ¿y tú como sabías dónde estaba en ese momento?

Mi corazón comenzó a latir con rapidez cuando vi que un leve sonrojo apareció en sus mejillas.

¡Se veía demasiado tierno!

- E-Eso no te incumbe- dijo evitando mi mirada.

- ¡Claro que si!- dije acercándome a él- Tengo curiosidad.

Mikey soltó un gruñido.

- Tan solo me quería asegurar de que estuvieses bien- dijo mientras exhalaba el humo del cigarrillo.

Lo miré sorprendida.

- Después de que te dejé yo...- su voz se estaba cortando- Siempre he cuidado de ti en secreto.

- Mikey...

- Aunque en realidad estuvieses mal por mi culpa.

- No digas eso.

- Es la verdad- dijo serio- Y todo lo que hice fue por culpa de ese psicópata.

Lo miré confundida.

- ¿Qué fue lo que te dijo?

Al fin puso su mirada en mi. Pude notar que sus ojos estaban algo llorosos, no sabía si era por tristeza o por rabia.

O por ambas cosas.

- Me amenazó diciéndome que si seguía saliendo contigo te haría la vida imposible.

- ¿Qué...?

- Si me lo hubiese dicho cuando sólo estaba con Hanma simplemente lo hubiese pateado o matado, pero en ese momento era líder de una pandilla muy peligrosa, no podía arriesgarme.

Nuestros rostros estaban a centímetros. Mikey aun sostenía su cigarrillo en su mano, por lo que podía oler todo el humo.

- Podrías habérmelo dicho antes, aunque ya sabía que no lo habías hecho queriendo- dije suspirando.

- Lo siento mucho- dijo desviando la mirada- Solo no quería que él te hiciese algo.

Lo miré triste.

- Tenía miedo- bajo su tono de voz- No se que podría hacer si él te hiciese algo y tú...

Le tapé la boca para evitar que continuase hablando.

- No sigas- dije negando con la cabeza- Eso no pasará, así que tranquilo.

- Haru, ¡¿cómo voy a estar tranquilo?!- de nuevo alzó la voz- ¡Ese psicópata sigue por ahí suelto y en cualquier momento puede matarte!