~Capítulo 6~

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¿Qué demonios hacía en la habitación de Mikey?

Lo último que recuerdo es haberme quedado dormida en el taxi.

Mikey sonrió divertido.

- ¿Por qué tan confundida?- preguntó como si nada.

Era muy difícil concentrarme teniendo sus pedazos de abdominales delante mía.

- Cállate y dime que hago en tu habitación- dije molesta.

- ¿No es obvio?

Estuve un buen rato pensando hasta que me di cuenta.

No podía ser verdad.

- ¡Oh, no!- grité asustada- ¡No me digas que he perdido mi virginidad borracha!

Este me miró confundido.

- ¿Qué? No.

Suspiré aliviada al escuchar sus palabras.

- Eso ya lo perdiste hace tiempo, tonta.

- Menos mal- dije riendo nerviosa.

Espera un segundo.

- ¡¿Qué?!- grité lo más fuerte que pude.

Mikey se acercó y me tapó la boca.

- ¿Puedes parar de gritar?- dijo molesto- Eres muy ruidosa.

No me lo podía creer.

Aparté sus manos de mi boca.

- ¿De qué hablas?

- Es imposible que no te acuerdes- dijo acercándose más- Tu y yo lo hicimos, Haru-chan.

Esto último lo susurró en mi oído haciendo que me sonrojara al máximo.

Seguro que en ese momento parecería un tomate.

Mikey solo me observaba callado.

Me tapé la cara avergonzada.

Yo lo había hecho con Mikey, joder.

¿Como habría sido?

Madre mía, pensar en eso era demasiado vergonzoso.

- Haru- la voz de Mikey me sacó de mis pensamientos.

- ¿Q-Qué pasa?- dije sin poder esconder mi nerviosismo.

- Eres Haru del pasado, ¿verdad?

Me tensé al escucharlo. ¿Tan pronto lo había descubierto?

- ¿Cómo lo has sabido?- pregunté sorprendida.

- Ya lo sospechaba desde el primer día en que te vi y por tu reacción de ahora aun más- dijo sonriendo.

Suspiré.

- Se nota lo inocente que aun sigues siendo- dijo riéndose- Es divertido.

- ¡No es divertido!

Él siguió riéndose.

Sin decir nada, se abalanzó sobre mí para envolverme en un abrazo.

- ¡Eres demasiado linda!- dijo mientras me aplastaba- ¡No puedo más!

Al tenerlo tan cerca, pude darme cuenta de lo bien que olía. Al parecer se había echado un montón de champú.

No pude evitar reírme al sentir como me empezó a hacer cosquillas.

- ¡Mikey! ¡Para, por favor!- dije sin poder parar de reírme.

- Ya paro- dijo separándose- Así que para de darme patadas.

Me enamoré de ti ||Mikey x lectora||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora