~Capítulo 8~

1.5K 109 48
                                    

Me quedé perpleja mirando el cadáver que estaba al lado de Mikey.

Este se dio cuenta de lo que estaba mirando y se tensó al instante.

- Haru...

El me llamó pero yo aun seguía sin poder creerme lo que estaba viendo.

- Haru, por favor- dijo haciendo ahora una expresión triste- Lo siento, me han obligado, no tenía otra opción.

Al fin reaccioné al ver como lágrimas empezaron a salir de los ojos de Mikey.

Odiaba verlo llorar.

- Lo siento, lo siento, lo siento...

Repetía las mismas palabras constantemente sin siquiera mirarme a los ojos.

Verlo así me partía el corazón.

Decidí agarrar sus mejillas para que pusiese su mirada en mi.

- Tranquilo- dije intentando calmarlo.

- Ahora estas enfadada conmigo, ¿verdad?- dijo mirándome apenado.

Eso me era imposible.

Negué rápidamente con la cabeza.

- No, no lo estoy- dije mientras limpiaba sus lágrimas- Se que no es tu culpa, sino de los que te han obligado a hacer esta mierda.

- Me amenazaron diciéndome que te matarían sino lo hacía y no iba a permitirlo- dijo frustrado- Estoy harto de matar a personas.

Su respiración se aceleraba cada vez más impidiéndole que la pudiese controlar.

No pude aguantarlo más y lo envolví en un abrazo.

- Respira hondo, estoy aquí- dije mientras le daba palmaditas en la espalda.

Este correspondió al instante mi abrazo y su respiración cada vez fue siendo más calmada.

Después de que se calmase, le dije que fuésemos a mi apartamento antes de que alguien nos viese así, a lo que el asintió.

Por suerte, Mikey se sabía atajos para llegar a través de calles escondidas y evitamos que alguien nos pudiese ver manchados de sangre.

Nada más llegar, abrí la puerta rápidamente y entramos sin que nadie nos viese.

- Ven- dije tomando sus manos- Vamos a lavarnos las manos.

Este sin decir nada dejó que lo guiase al baño.

Me fijé en los ojos de Mikey y estaban rojos de haber estado llorando.

Le ayudé a lavarse las manos y él no se quejó ni nada, simplemente siguió callado.

Me preocupaba que no hubiese dicho ni una palabra durante todo el camino.

- Ya estas limpio- dije mirándole con una sonrisa al haber acabado, tenía que intentar animarlo.

Mikey llevó una mano a mi rostro.

- Tus mejillas están manchadas.

Me volteé a ver el espejo y efectivamente, estaban llenas de sangre.

- Vaya, es verdad, parece que he salido de un matadero- dije bromeando- Ahora mismo me limpio.

Antes de que pudiese tocar el agua del grifo, Mikey me detuvo.

- Yo lo haré por ti- dijo serio- Es lo menos que puedo hacer.

- Esta bien- dije un poco confundida.

Mojó sus manos de nuevo y comenzó a lavarme la cara.

Me enamoré de ti ||Mikey x lectora||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora