5_El obsequio perfecto

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—Entonces es definitivo, celebraremos Navidad con el pueblo.
—Mjum... Bueno, ya, regresa con tus amigos –mi papá me dio un par de empujoncitos para que volviera.

Me di la vuelta y le mostré la lengua. Ellos rieron un poco y volví corriendo con mis amigos.

—Adivina qué~ –le hablé a Gwen, pues Finney y Billy se habían ido a buscar no sé qué.
—¿Qué?
—¡Mis papás y yo nos quedaremos aquí el resto de la noche!
—¡Eso es estupendo! ¡Estaremos todos juntos!
—¿Qué es estupendo? –preguntó Finney a nuestras espaldas.
—¡T/n se quedará con nosotros el resto de la noche!
—¡Genial! Entonces, sigamos jugando.

...

Ya cuando se acercaban las doce, Billy y yo nos sentamos en una banca, y nos quedamos mirando al hermoso cielo estrellado.

—Veo que a tus padres les agradaron los míos.
—¡Oh! ¿Esos eran tus papás?
Asintió sonriendo —Sip. Ahora sabes de dónde saqué el carisma y la belleza –hizo como si moviera su cabello hacia atrás.
Solté una carcajada —Ooh, ya veo. Eres un mezcla perfecta de carisma y belleza gracias a tus padres.
—Por supuesto, soy perfecto.
—Eso no lo discuto.

Creo que él se sorprendió bastante, ya que sus ojos parecían salirse de órbita, pero al instante sonrió.

¿Ya dije que su sonrisa era hermosa?

—¿Crees que soy perfecto?
Asentí segura —Sí, lo eres.

Y sin darme cuenta, nuestros rostros estaban a pocos centímetros. Fue casi como algo automático eso de acercarnos. 

Entonces sonaron las campanas anunciando que la Navidad había llegado, acompañadas de muchos fuegos artificiales.

—Feliz Navidad, Billy –susurré mirando sus labios.
—Feliz Navidad, T/n –dijo del mismo modo, pero él estaba mirándome a los ojos.

Acercamos nuestros rostros, acortando la poca distancia que quedaba entre nuestros labios y ¡Pum! De un momento al otro ya estábamos besándonos. ¡Era mi primer beso! ¿Imaginan tener su primer beso con fuegos artificiales de fondo en Navidad?

Él colocó su mano izquierda en mi mejilla y, delicadamente, la acarició. La otra mano estaba apoyada sobre la mía, donde también dejó unas suaves caricias.

Cuando nos quedamos sin aire —al cual odio por interrumpir un momento tan especial— juntamos nuestras frentes y sonreímos mirándonos a los ojos. Nos mantuvimos en silencio, pues nuestras miradas ya decían todo.

{Billy}

¡Sin duda alguna esa había sido la mejor Navidad del mundo! ¡Había conseguido mi primer beso con la chica más linda del Universo! ¡La que robó mi corazón!

Pero como todo lo bueno termina, llegaron nuestros padres. Era algo que iba a pasar, o sea, era Navidad, teníamos que saludarnos.

La señora Nyras —mejor dicho mi suegra— propuso que vayamos a la casa de mi linda T/n para concluir con la cena navideña. Y claramente nadie se opuso.

—Oye Billy...
—¿Sí?
—Aún no te he dado un regalo.
—No hace fal-... –T/n me interrumpió dejando un beso en la comisura de mis labios.
—Ahora sí, ese fue mi obsequio.
Sonreí —¿Sabes algo? Esta noche lo estuve pensando y me di cuenta de que tú eres mi obsequio.
Sonrió conmovida —Oh, Billy... Eso fue tan dulce.
La abracé —Te quiero tanto, T/n.
—Y yo a ti –hundió su rostro en mi cuello, y sentí cosquillas, eso quería decir que estaba inhalando mi perfume. Yo la imité e hice lo mismo, su aroma a caramelo y flores inundó completamente mis fosas nasales.

Cuando nos separamos del abrazo, dejé un beso en la punta de su nariz, provocando que una melodiosa risita saliera de su boca.

—Billy, ya es hora de irnos –anunció mi mamá–. Despídete de T/n.
Asentí y besé la mejilla de mi niña —Que tengas buenas noches, T/n.
Ella también besó mi mejilla —Buenas noches, Billy.
—Fue un placer conocerlos, señores Nyras. A mi esposa y a mí nos encantaría que algún día vengan a cenar.
—Podríamos cenar todos juntos para Año Nuevo, ¿no? –propuso mi suegro.
—¡Es una gran idea! Entonces vengan para Año Nuevo a casa. A Billy le gustará pasar más tiempo con T/n, ¿no, hijo?
Volví a asentir sonriendo y mirando a T/n —Claro que sí.

{T/n}

El resto de la noche me la pasé sonriendo y recordando todo lo que había sucedido. ¡Pude hacer más amigos de lo que esperaba! ¡Y obtuve dos besos del chico que me gustaba en un sola noche!

A la mañana, como a las nueve, mi mamá me despertó zamarreándome. Realmente estaba agotada y estaba soñando que me casaba con Billy.

—¡Yah mamá! Déjame terminar el sueño –gruñí tapándome la cabeza con las frazadas.
—¿Y se puede saber qué es eso tan importante que estás soñando para no querer ir a recibir a tus primos?
—No –dije seca e intenté cerrar los ojos, pero ella me destapó.
—Levántate y cámbiate –sentenció para luego salir de mi habitación.
—Los maldigo, malditos mocosos –otra vez gruñí y golpeé el colchón, pero me levanté y a regañadientes busqué algo para cambiarme.

Ya cambiada y arreglada, fui al comedor, donde mis dos insoportables primos y mis tíos estaban conversando con mis papás. Fingí una sonrisa y me acerqué para saludarlos.

—Feliz Navidad –dije una vez que estaba siendo estrujada por los brazos de mis tíos.
—Feliz Navidad, prima –habló Aiden, el menor de los mellizos.
—¡Holaaa prima querida! –y esa era Lola, la mayor de los mellizos por un minuto.

{Billy}

Desperté con una sonrisa y con mucha energía. Hice toda mi rutina, desayuné y me dispuse a repartir el periódico junto a Billy Jr.

Solo faltaban unos metros para llegar a la casa de ella, cuando pude notar que un auto distinto al de sus padres estaba estacionado en su entrada. No le presté tanta atención y rápidamente llegué a la puerta.

—Hola Billy –habló apenas abrió la puerta.
—Hola T/n –sonreí y le entregué el periódico–. Oye, ¿y ese auto de ahí?
—Es de mis tíos... Sorpresivamente llegaron hoy para “celebrar” Navidad con nosotros.
—Oh, supongo que no te agrada la idea.
Hizo una mueca —No te equivocas.

The Black Phone [Billy & Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora