27 de Febrero de 1978, Denver, USA
{T/n}
Primer día de clases en una nueva escuela.
Qué genial.
Bueno, pero por lo menos ya tenía a varias personas con quiénes pasar tiempo.
Como Finney, Gwen, Robin... Quizás Bruce y Griffin...
Oh, y Billy...
Seguro que se preguntan, ¿qué pasó con el lindo repartidor de periódicos?
Pueees, nada interesante. O sea, no es que pasó algo además de nuestro beso en Navidad. Todo siguió como si nada; él pasaba por mi casa en su bicicleta acompañado de su lindo perro, me entregaba el periódico en la mano, yo le daba un poco de chocolate caliente y él regresaba a trabajar.
Todos los domingos al mediodía, mis padres y yo íbamos a almorzar al parque del centro. Y de vez en cuando nos cruzábamos a la familia Showalter.
Pero nada más.
Regresando a mi primer día de clases, me desperté más temprano de lo normal —como a las cinco y cuarto de la mañana— y tomé una ducha caliente. Tardé poco en arreglarme, ya que la noche anterior había preparado el outfit que usaría hoy; y ese constaba de una camiseta de mangas largas amarilla con rayas blancas y negras, un vestido jardinero de jean claro, unas medias bucaneras del mismo color que la camiseta y unos zapatos estilo oxford marrones claro.
Terminé de peinarme y fui al comedor, donde mis papás estaban esperándome con una sonrisa.
—Buenos días –saludaron al unísono.
—Hola –bostecé y me senté. Mamá colocó un tazón con cereales y un vaso con jugo de naranja frente a mí–. Gracias.
—De nada –a papá le trajo una taza de café y luego se sentó a su lado–. ¿Estás emocionada por tu primer día en otra escuela?
Asentí mientras masticaba los cereales, y cuando terminé de tragarlos, contesté —Sí... Bueno, no es que me sienta taaan feliz, pero por lo menos ya tengo conocidos.
Mi papá me miró pícaramente —Supongo que te refieres al hijo de los Showalter, Billy.
—Ajá, pero también tengo otros conocidos... Como Finney y Gwen, Bruce, Robin y Griffin... Oh, y Donna también.
—Mmmh, son bastantes –dijo mi mamá de forma casi desinteresada–. Te irá bien, cariño.
—Eso espero –susurré terminando el desayuno....
—Recuerda no ponerte tan nerviosa, ¿sí? Confíamos en que te irá de maravilla –habló mi papá, frenando el auto justo en la puerta de la escuela.
—Buena suerte, linda –ella besó mi cabeza, seguida por mi papá–. Nos vemos en la tarde.
—Adiós –también les di un beso a cada uno y bajé del auto, me coloqué mi mochila en la espalda y entré.{Billy}
¡Hoy era el primer día de clases! ¡Esta vez podría pasar más tiempo con T/n!
Bueno, eso si nos tocaban las mismas clases, claro... Y era algo poco probable. Aun así no quería perder las esperanzas y quise pensar positivamente.
Como sea, me desperté temprano, me vestí casualmente, desayuné y tomé mi bicicleta. Billy Junior no se quedó de “brazos cruzados” y me persiguió hasta la escuela... Pero, a regañadientes tuvo que sentarse al lado de mi bicicleta a esperar la lejana hora de salida.
Apenas puse un pie dentro del edificio, varias personas comenzaron a saludarme. Algunas chicas me miraban y susurraban cosas que no me importaban. ¿Qué? Lo único que sí me interesaba escuchar era la voz de T/n, a quien pude divisar guardando su mochila en el casillero junto al mío.
—¡Hola T/n! –saludé alegremente a sus espaldas, logrando que ella se sobresaltara un poco.
—Oh, ¡hola Billy! –sonrió ampliamente– ¿Cómo estás?
—Mucho mejor ahora que te veo –sonreí más al ver que se sonrojó un poco–. ¿Y tú? No he sabido nada de ti desde hace bastante tiempo.
Alzó una ceja —Nos vimos ayer... dos veces. Pero gracias por preguntar, estoy bien.
—Fue una eternidad –hice una mueca exagerada de tristeza.
—Si tú lo dices... –parecía que iba a decir algo, pero la llegada de alguien la interrumpió.
—Hey, ¿qué onda?
—Hola Bruce –esa sonrisa hacia él me hizo enojar... ¿Enojar? No, eso se quedaba corto–. ¿Cómo estás?
Sonrió como tonto —Bien ¿y tú? –me miró y chocamos los puños.En realidad me hubiese gustado chocar mi puño contra su estúpida sonrisa, pero bueno, ese no era mi estilo.
En fin, intercambiamos un par de palabras más y acompañé a T/n hasta la secretaría para buscar los horario y eso. Después de varios minutos, ya con nuestros respectivos papeles, nos estábamos dirigiendo al salón de Música —¡Sip, nos habían tocado casi todas las clases juntos!— cuando otro idiota más se nos cruzó.
—Hey, ¿eres nueva, preciosa? –se paró frente a nosotros cortándonos el paso.
T/n me miró y yo bufé enojado —¿Eso te interesa, Jack?
—Oh, yo le estaba hablando a la chica, ¿o tú sientes que eres una?
Rodé los ojos —Déjate de estupideces y quítate, llegaremos tarde.
—Ah, pero ¿qué clase les toca ahora? Quizás tenemos la misma –dijo colocándose en medio de nosotros y nos tomó por los hombros, obligándonos a caminar a su ritmo.{T/n}
Genial.
Primer día y ya tenía que soportar a uno de esos tantos idiotas violentos que sólo saben joder.
Para nuestra suerte, este tal Jack no pudo entrar al salón de Música y el profesor lo echó, advirtiéndole que le diría a la directora que intentó colarse a su clase y no sé qué más.
Como sea, Billy y yo nos sentamos juntos cerca del profesor, el resto de nuestros compañeros también se sentaron y comenzó la clase.
—Bienvenidos a este nuevo año escolar. Para todos aquellos que no me conozcan, soy el profesor John Park. El propósito de esta materia es...
En ese momento dejé de prestar atención a lo que el señor Parl decía, ya que ver el perfiln de Billy era más interesante que hacer cualquier otra cosa. Me perdí en el perfecto rostro del dueño de mis suspiros, o sea, ¿a quién no le gusta mirar a su enamorado?
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The Black Phone [Billy & Tú]
Fanfiction¿Acaso hay algún niño al que un adulto no le haya dicho: "Nunca hables con extraños"? Posiblemente no, pues los adultos suelen insistir mucho con ese tema... Pero, ¿por qué razón lo hacen? Según T/n Nyras, no todos los extraños tienen malas intenci...