Starlight

Una mentira

Vegetto se despertó buscando algo en su cama aunque palpo no sintió nada abrió los ojos para encontrar que estaba solo en la habitación lo único que quedaba en las sábanas era el olor de Gogeta, bostezo estirándose, se levantó para tomar un merecido baño, vestirse, saludo a la sirvienta de ayer con un asentimiento mientras la joven le sonreía para limpiar la habitación del príncipe.

El desayuno fue nuevamente en silencio hasta que su padre se retiró entonces Tablet le dirigió una mirada de pocos amigos a su hermano.

–Pensé que eras distinto –gruño hacia su hermano, Vegetto que estaba comiendo su ave del paraíso enarco una ceja –

–¿Es conmigo? –pregunto luego de tragar –

– ¡Claro que es contigo! –Reclamo –

–Porque todos los problemas que pasan en este lugar son mi culpa –mascullo – ¿a ver que hice ahora?

–Tienes el descaro de preguntar.

–si no se lo que hice tengo que preguntar ¿no? –comentó –

–Tiene que ver con Daio–suspiro Vegeta rodando los ojos –

– ¿Quién? –enarco una ceja sin comprender –

– ¡Vienes a mi cara a decirme que ayer obligaste a Daio a acostarse contigo y ahora no lo reconoces!

–Tablet, sé que no pasamos mucho tiempo, juntos pero si me conocieras mínimamente sabrías que odio obligar a alguien a acostarse conmigo, segundo estoy luchando por los derecho de la tercera clase y omegas ¿por qué obligaría a un omega a acostarse conmigo? Y tercero ¿realmente crees que tengo la necesidad de obligar a alguien a acostarse conmigo? –Enarco una ceja –no lo he necesitado antes y no voy a comenzar ahora.

–Te dije que te estaba mintiendo, idiota –mascullo Vegeta –

–Ella estaba muy alterada por lo que paso dudo que mintiera.

–Si te refieres a la omega que se coló a mi habitación ayer en la noche y que saque entonces la respuesta es no, no me acosté con ella y una sirvienta está de testigo que la saque porque me estaban trayendo mi cena.

–Aunque los sirvientes si dijeron que te acostaste con alguien ya que había manchas de semen en tu cama –enarco una ceja Tablet –

–Con quien me acueste no es tu asunto –respondió –es como si yo me preocupara por el hombre que visto salir por el balcón de Vegeta –el nombrado se ahogó con su comida –realmente no me importa con quien se acueste.

– ¡¿Tú has visto lo has visto?! ¡¿Desde cuándo?!

–Desde que regrese al planeta –reconoció –te lo he dicho no me interesa con quien te acuestes pero padre tiene planes de unirte con un alfa de la elite.

– ¡¿Él quiere qué?! ¡¿Y tú como sabes?! ¡¿Por qué no me ha dicho nada?!

–Me lo dijo ayer –Se encogió de hombros –odio el plan en realidad la mayoría de alfas de la elite no sirven –reconoció –todos ven a los omegas como prostitutas puede que no me lleve bien contigo pero tampoco quiero que vivas una vida miserable.

– ¿después de todo lo que te he hecho?

–No es como si no te hubiera regresado los favores –se encogió de hombros –