Starlight

Castillo

Han transcurrido dos días y no ha regresado al castillo, no sentía su cuerpo lo suficientemente estable como para regresar, Gogeta en todo momento estuvo atento a él odia esa jodida droga y el nombre es simplemente ridículo; dulce primavera.

¡Tortura de primera debió llamarse esa cosa! No pudo sostener nada en el estómago por dos días estuvo a base de jugo cítrico y galletas de soda, durante sus momentos de conciencia el dolor de cabeza era tan insoportable que se retorció de dolor en la cama el medicamento no lo calmo, el cansancio lo hacía estar durmiendo a cada momento según Gogeta tuvo una fiebre tan alta que debió meterlo a la ducha y bañarlo con agua fría para bajarla, luego comenzar a poner compresas frías en su frente.

Desde que se supo que el príncipe Vegetto desapareció el planeta está hecho un caos la clase media y tercera clase clama por su príncipe mientras las elites guardan un silencio absoluto, Gogeta había sido llamado durante la tarde del segundo día por Bardock quien le avisaba que tenía que unirse a la búsqueda del príncipe perdido.

–Tengo que regresar a casa –menciono aun con una compresa fría en la frente que aliviaba solo un poco su terrible dolor de cabeza –

–No creo que debas –respondió –Aun no estás del todo bien.

–si me quedo aquí te meterás en problemas, pensaran que me secuestraste o algo, armaran todo un escándalo Bardock puede verse envuelto también en eso y las cosas que él ha hecho conmigo pueden verse corrompidas.

–Creo que estás pensando de más.

–Y tú estás pensando de menos –respondió –

–Estoy preocupado por ti ¿Cuánto de esa cosa debieron darte? A Kakarotto le duro medio día pero ya van dos días –comentó –aun sigues con dolor de cabeza y apenas te acabo de bajar la fiebre al menos lograste comer sopa –Suspiro –

–Estaré bien, lo prometo –le sonrió, Gogeta solo hizo una mueca –

–me gustaría poder cuidarte al menos tranquilamente.

–Soy feliz porque estás aquí cuando más te necesito –le sonrió besando su mejilla, el omega se sonrojo para colocar su cara en el pecho del alfa –

–Quiero estar allí siempre para ti.

–Yo igual para ti –acaricio su cabello relajando al inquieto omega por verlo enfermo –

Regreso al castillo en la noche aún se siente miserable pero no puede permitir que las cosas vayan a peores, uso la transmisión instantánea para aparecer enfrente de su padre, el gran salón quedo en silencio viendo al príncipe desaparecido volver de donde ellos no saben.

– ¡¿Dónde se supone que has estado, Vegetto?! –Grita el rey cuando su sorpresa inicial pasa –

–Puedo hablar contigo padre –miro hacia todos los generales que guardaron silencio – ¿a solas? –Está cansado su cuerpo tuvo que generar una cantidad de ki que no está listo para usar y la fiebre parece que quiere regresar, el rey hace un gesto para que todos se retiren –

–Ahora no hay nadie más que tus hermanos y yo ¿Dónde estabas?

–En un sitio seguro –respondió –

– ¿Este lugar no es lo suficientemente seguro?

–No para mí –gruño mirando directamente a su padre – lo sabes.