Está cansado se ha desquitado con distintos árboles y rocas pero eso no ha aliviado el dolor que siente, la derrota absoluta en su pecho y su estado miserable, no quiere regresar al castillo y no sabe por qué sus pies se dirigen hacia el hogar de Bardock, la carnicería está cerrada y cuando toca la puerta le abre una Gine con ojos rojos de tanto llorar la mujer lo deja entrar y cuando está en la sala lo abraza.
Su garganta se agrieta y siente que algo dentro de él se rompe, suelta un jadeo y ese jadeo se transforma poco a poco en un sollozo hasta que está soltando las lágrimas que no se ha permitido por tres días sus piernas lentamente ceden y cae al suelo aun así Gine lo sostiene como una madre amorosa abrazaría a su hijo para brindarle consuelo, acaricia su espalda y cabello dejándolo llorar no intenta hablarle pero solo su presencia es suficiente para darle tranquilidad.
No sabe por cuánto tiempo ha llorado pero su garganta está seca, su cabeza duele y sus ojos igual le cuesta respirar pero las lágrimas quieren seguir cayendo porque el dolor que siente no se tranquiliza solo se hace más desgarrador dentro de él, puede sentir la presencia de Bardock pero el hombre no dice nada solo se retira, cierra los ojos suspira y se limpia la nariz apartando su rostro del hombro de Gine.
–Lo lamento tanto.
–Y yo por usted, su corazón debe estar desgarrado igual que el mío.
–Era mi niño, mi niño pequeño –Comenta mientras más lagrimas quieren caer por sus ojos, esa respira lentamente antes de proseguir –pero ese es el destino de un saiyajin morir en la batalla.
–Él no está muerto –Susurro –no puedo creerlo, no pienso creerlo.
–Cada quien se da consuelo como lo necesita –comentó Bardock quien ingresaba con bolsas llenas de comida – ¿algo de comer?
No quiere comer no siente que pase bien por su garganta pero no ha comido en tres días y el constante desgaste que ha hecho con su cuerpo le exige que coma, así que se levanta del piso y acompaña a Bardock hasta la cocina, todos comen en silencio y lentamente no con la típica hambre glotona de un saiyajin.
–No sabía que mi hijo y tu fueran algo –comentó Bardock –Supongo que era bastante reciente por el tiempo que paso en el castillo.
–Estamos juntos desde hace diez años –Respondió sorprendiéndolos –mi lucha constante solo era para cimentar el camino para que ambos pudiéramos unirnos algún día, le pedí que esperara y tuvo paciencia. Íbamos a anunciarlo cuando regresara del planeta Fruit.
– ¿tú sabes que él es?
– ¿omega? Si, lo sé, tan bien sé que es enormemente fuerte me ha vencido en más de una ocasión –Suspiro –
–Lo amabas –menciono Gine –
–Lo amo –corrigió –Como los soles lo hacen de los cielos –Sonrió al recordar aquella canción para luego suspirar –
Estuvo un rato más en casa de Bardock después se retiró al castillo para aceptar su castigo, sabía que debió interrogar más a Cob, le mintió en la cara lo sabe hay algo que no le contó, Gogeta no puede estar muerto pero en vez de regresar al castillo recuerda que Gogeta le hablo de que en la tierra existe unas esferas mágicas que cumplen deseos, ha averiguado donde queda el planeta tierra y guarda las coordenadas para luego borrar su búsqueda, en el puerto y toma una nave escucha a Beets gritarle pero no le importa está pilotando la nave antes de que pueda detenerlo despega.
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Starlight
FanfictionHace dos años que el amor de su vida ha evaporado todo les dicen que está muerto Pero él no puede creerlo. Solo vive de recuerdos y la esperanza de que en algún lugar podrá volver a verlo. Entre los cielos distantes a través de la galaxia En algún...