Asta el representante de la humanidad

Capitulo 21

Un destello llenó el campo de batalla, el líder de ojo de la noche blanca retrocedió a una posición segura donde su poder mágico empezó a elevarse de maneras estratosfericas.

- aquí termina todo... Magia de luz: orbe del juicio final- una enorme esfera de luz empezó a generarse con rapidez.

En un instante quienes luchaban con los capitanes se alejaron pues ni ellos resistirían el ataque.

Los 4 capitanes ya presentes crearon un escudo para tratar de portegerse y Asta.

A los pies de Asta un portal se abrió y de él salió el baculo de los seis reinos, el pelicenizo atrapó en el aire su arma y la blandió transformandola.

- gira seis reinos: Ahimsa- los sutras del baculo giraron al rededor del pelicenizo envolviendo su cuerpo con los sutras del  arma durante un instante, irradiando una cálida y resplandeciente luz para posteriormente alterar la forma del arma en manos de Asta.

- cuenten conmigo- pronunció el pelicenizo poniendo el báculo de los seis reinos cómo la última línea de defensa.

Asta y Nozel sentían su presencia mutua, Asta sabía quién era si el pelicenizo tuviera una lista de personas a quienes les haría mucho daño, el capitán de las águilas plateadas estaría en primer lugar, por otro lado a Nozel le resultaba familiar en cierta manera, cómo un viejo fantasma del pasado que volvía a de la tumba, pero lo dejarían para después pues el ataque los fulminaria si no ponían todo de ellos.

El ataque se disparó con gran potencia...

El primero en ceder fue el escudo creado con rosas de la capitana de las rosas azules...

El mercurio del capitán de las águilas plateadas cedió derritiéndose...

La penúltima línea de defensa, la oscuridad del capitán Yami cedía poco a poco... Milímetro a milímetro la luz atravesaba el manto negro que protegía a los capitanes y al pelicenizo.

- ¡Aún no me rindo!- gritó Asta apretando con una fuerza tal la empuñadura del báculo de los seis reinos que su mano empezó a sangrar.

... Un sonido parecido al de un cristal rompiéndose llegó a los oídos de los capitanes de orden, el as de luz atravesó la penúltima defensa chocando finalmente con el báculo de los seis reinos.

Todos apoyaban a Asta quien sostenía con firmeza su arma, salvaguardando sus vidas.

Al notar que solo el báculo de los seis reinos era capaz de soportar la potencia del ataque, los capitanes optaron por apoyar al joven recluta.

- ¿Cómo este individuo puede generar un líder tan destructivo e inmenso? Y lo más importante ¿Cómo es él capaz de soportarlo?- cuestionó dentro de su cabeza el capitán de las águilas plateadas.

El líder de ojo de la noche blanca esperaba que el escudo que protegía a sus enemigos se calentará poco a poco con el fin de que se derritiera, sin embargo la temperatura del báculo de los seis reinos no aumento ni un mísero grado.

- Vetto, a por ellos- ordenó el peliblanco mirando con desden a quienes resistían bajo el escudo.

- no iré a suicidarme- respondió el hombre-bestia.

Sin embargo el ataque pese a ser arrollador, inmensamente destructivo y en extremo poderoso... Duro unos escasos segundos más, pues quién lo había conjurado perdió el control sobre las abismales cantidades de maná que lanzó terminando en su desbordamiento y posterior dispersión.

- ¡Ahora!- gritó el pelicenizo lanzandose a la batalla pues se había creado una gran apertura.

Sin perder el tiempo los demás capitanes también saltaron de vuelta al combate, chocando fuerzas con third eye.