La Prometida De Mi mejor Amigo

Capítulo 3

Lena Luthor

-Rubia lo siento creo que tengo ganas de dormir...

No se cómo ni cuando me quede dormida, los rayos del sol entraban por la enorme ventana que tiene mi habitación, intenté abrir mis ojos al notar como una luz golpeaba mis párpados, rasgue mis ojos mientras me acomodaba colocando mi espalda sobre el respaldo de la cama.

-Al fin despiertas Pelinegra -esa voz tan familiar, ¿qué hacía el aquí?.

-Mike -susurre mientras abría mis ojos para mirarlo -¿Qué haces aquí? -Pregunté con sorpresa, era raro tener que encontrarlo en Irlanda.

Mike Mathews y yo somos grandes amigos desde la universidad, nos apoyamos tanto, somos una especie de amigos inseparables, con él puedo tener conversaciones de las cuales no tengo y no me atrevo a tener con Sam.

-Negocios de mis padres -respondió sin ánimos -Lilian me dijo qué al fin habías venido y supe que no estarías bien...Lena me preocupa tu manera de beber...

-Mike no sé qué cosas te haya dicho mi madre pero no necesito ayuda de nadie -Lo interrumpí, asintió con la cabeza mientras se acercaba hacia mí.

-Soy tu amigo puedes contar conmigo -su mirada era de completa sinceridad, se sentó aún lado de mí cama y me miro a los ojos-Pero... si no te sientes preparada para hablar esta bien, no te pienso presionar -añadió.

-¿A qué realmente has venido? -pregunté con sospecha -Mike Mathews jamás hace un viaje largo solo para darme un sermón -alzó ambas cejas mientras soltaba una pequeña carcajada.

-Estaba cerca de aquí y supe que necesitarías de alguien -algo en su respuesta no me convencía.

Alce una ceja tratando de intimidarlo.

-¿En verdad no me crees qué si vine fue por ti? -preguntó con desaprobación a mis dudas.

-Vamos Mike, tú visita debe de tener otro propósito -hizo una mueca -¿Entonces?

-Si, tienes razón - confesó -Mis padres quieren expandir sus negocios... pero para eso necesitan de mi ayuda -dijo con inseguridad.

Fruncí mis cejas no comprendiendo sus palabras.

Mike es hijo único de los señores Mathews y por obvia razones es el único heredero de toda su fortuna, sus padres se la han pasado controlando cada movimiento de su hijo, y en este instante creo que lo están obligando a algo.

-¿Qué fue lo que te pidieron? -Indagué.

-Me voy a casar -confesó en un susurro.

Me quedé atónica ante la inesperada confesión, ¿acaso la ambición de sus padres era tan grande como para obligar a que su único hijo se case sólo por dinero?

-¿Qué? -fue lo único que logré decir, trague saliva y continúe -No crees qué es hora de que dejes de seguir órdenes de tus padres -dije ya un poco más relajada.

-Sabes que mi futuro depende de ellos, ¡por Dios yo no sé hacer nada! -exclamó mientras se ponía de pie -No tengo trabajo Lena, ¡De qué demonios voy a vivir! -volvió a exclamar ya un poco alterado.

-¿por lo menos la conoces? -volvi a indagar.

-La conozco de hace años, sus padres son amigos de los míos... ella es mi amiga-respondió mientras camina de un lado a otro -No es nada fea al contrario es hermosa pero siento qué esto no es una forma de iniciar algo con alguien que realmente te importe.

-Entonces ella si te gusta -dije dando por echo mi comentario.

Al escuchar lo que dije se paralizó y dejó de moverse.