amor.

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Inuyasha.

Había pasado ya varios meses después de la partida del abuelo de kagome y ella ya estaba mejor pero los primeros días ella lloraba todos los días por su abuelo y tenía sueños donde siempre lo llamaba dormida y despertaba con lágrimas en los ojos y solo se quedaba viendo el mar hasta volver a caer dormida.

Hoy ella se había parado más temprano de lo usual y se había cambiado.

Imagen de referencia:

Se había echo una coleta alta y había salido al jardín donde estaba cómodamente recolectando flores y algunas frutas para hacer lo que parecía un postre se fue a la cocina donde solo estaba ella y Kaede

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Se había echo una coleta alta y había salido al jardín donde estaba cómodamente recolectando flores y algunas frutas para hacer lo que parecía un postre se fue a la cocina donde solo estaba ella y Kaede.

Inuyasha: hola - salude y las dos mujeres se voltearon.

Kagome: me seguías? - graciosa me preguntó.

Inuyasha: digamos que si, desde lo que paso prefiero no dejarte sola - le contesté con simpleza.

Kagome: tranquilo, ya no haré nada loco - riendo me respondió mientras llevaba un traste lleno de harina.

Inuyasha: ¿Postre? - y ella solo se rió por el tono de niño pequeño como lo dije.

Kagome: si, es el favorito de Sango y creo que ella y mi hermano los necesitaran - me contestó en un tono muy curioso lo cual era raro en ella.

Yo ya no hice más preguntas y solo me límite a mirar, hace varias semanas había descubierto que ver feliz a kagome era algo que a mí también me causaba felicidad, no sé si era amor o solo cariño pero desde entonces amo verla feliz o reír.

Después de varios minutos el postre estaba listo y kagome lo puso en una canasta con un listón rosa y salimos al jardín no sin antes darle las gracias a kaede.

Miroku estaba esperando ansioso a su hermana que al verla se paró.

Kagome: no fue fácil recrear la receta, me debes 10 libras - le dijo mientras le daba la canasta - la haces sufrir y conocerás a tu hermana de verdad - y por primera vez vi a Miroku sudar frío.

Miroku: si, si, si ya me lo dijiste - le contestó nervioso.

Kagome: bien, conquista a sango - y lo vio caminar hacia sango.

Estuvimos varios minutos viendo cuando por fin sango se abalanzó a Miroku para abrazarlo y luego besarlo.

Kagome: ¡Ya tengo cuñada! - gritó y sango se volteo.

Sango: ¡Chismosa! - persiguendola.

Kagome: ¡Sin mi no lo hubieran logrado! - corriendo.

Sango: ¡Solo faltas tú! - grito y kagome y yo nos sonrojamos.

Kagome: ¡Ven, maldita traidora! - persiguiendo ahora kagome a sango.

Yo: Holi! Nuevo capitulo

Mar: loca

Yo: sayonara...!

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