parte 3: ACCIDENTES

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Llegaba tarde, me había olvidado completamente poner gasolina al coche , me desviaba prácticamente y necesitaba llegar al restaurante a tiempo. Al salir de la gasolinera puse le pie en el acelerador, nunca había roto las leyes, pero me negaba a otro regaño . Y así fue como obtuve mi primera  multa por acceso de velocidad, que era peor que el regaño del cual tampoco me iba a librar hoy seguramente, conducía a 25 millas de la estipulada, y ahí estaba el karma otra vez, recordándome cosas que seguramente le debía.

Quería que me diera tiempo a todo, había planificado cada hora para rendir lo máximo posible. Si fallaba tendría que admitir delante de mi madre que tenía razón y aun no quería darme por vencida.

Entré por la puerta de empleados porque ya había comenzado el turno y estaban ocupados el 60% de las mesas del local.

-llegas 20 min tarde, ve al vestidor corriendo y asegúrate de regresar en dos min -me dice Liz sin rastro de estar bromeando, así que intenté vestirme en tiempo recod, me fui colocando los zapatos que estaban sin atarmelos debidamente, intente hacerlo mientras caminaba y fue tarea difícil, vestirme y correr no estaban incluidas en mis habilidades. Al girar a la izquierda del pasillo me estampo con un muro, pero uno que tenía hombros anchos y olía tan bien, Noah. Estaba vestido todo de negro, camisa negra de mangas largas arremangadas y pantalón del mismo color y su voz rompió el hilo de mis pensamientos.

-Puedes  mirar por donde vas ¡- Y ahí estaba, el señor amabilidad . No se suponía que lo volvería a ver, eso quería con todo mi corazón, pero verlo me hacia sentir una sensación desconocida para mí en el estómago, como si me hubiera tragado mil mariposas de un bocado y aletearan solo cuando el aparecía. Lo primero que hare, será tomar agua y ahogarlas a todas.

-Llego tarde, me deja pasar por favor. Liz me dio dos min y me quedan 20 segundos para fallarle. - tenia el pelo aun suelto y me cubría media cara por los malabares que había tenido que hacer para cambiarme. Pero sus ojos no estaban viendo como llevaba el pelo, su mirada era más abajo, ¿me estaba mirando los tetas?

-Mis ojos están arriba. - le dije chasqueando los dedos para que cambiara la vista .

- y tu camisa esta mal abotonada y se te ve un teta. - dejé de respirar y mi boca de abrió, pero esta vez sí reaccioné a tiempo y comencé a restablecer el orden en mi ropa. Otra vergüenza más y tenia que tirarme por un acantilado y morir. No le pude mirar a la cara y decidí girarme he irme en el acto antes de pasar más vergüenza de la recomendada . Ya hoy sentía que seria otra noche de mierda y apenas comenzaba, pero que èl estuviera ahí era ya un mal presagio.

- Alma, ve retirándole los platos de postre a la mesa del fondo junto a la ventana, cada mesa esta enumerada para que en caja se lleve detalladamente el consumo y les sea más fácil a todos , tendrás que aprendértelo de memoria - me decía el otro camarero llamado Adam , había sido muy paciente conmigo y me había ayudado en todo el turno con las mesas. A Noah no lo había vuelto a ver y fue un alivio para mí, porque cuando estaba cerca, todo, absolutamente todo lo hacía mal, me ponía nerviosa y no sabía llevar las situaciones. No tenia ni idea del porque causaba ese efecto en mí, pero no podía gustarme, eso estaba fuera de discusión. Su mal trato constante y su forma borde de dirigirse a mi lo hacia una persona repulsiva y era impensable que alguien como él me gustara. El me ponía nerviosa, sentía que estaba a la espera de un pequeño desliz mío para tratarme como una mierda, porque se sentía bien despotricar  veneno a quien le parecía.

-Alma, ya se han ido casi todos, aquí está el código para la alarma, termina de acomodar la cubertería. Luego organiza bien las mesas y date una vuelta para asegurarte que todo esta bien para el próximo turno. - Liz salía por la puerta principal haciéndome señales con las manos como deseándome suerte y se perdió en la noche. Eran pasada las doce de la noche y yo aun estaba super atrasada. Comencé a limpiar con más energía los cubiertos que me quedaban, necesitaba una cama ya.

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