Ningún había dicho ni una sola palabra y llevábamos más de 20 min en un silencio casi doloroso. La música prometía lo que yo con palabras no podía. Mi lista de reproducción que hasta ahora no había analizado ninguna letra, de la nada había tomado sentido y me hablaban de ella, de esta noche; los secretos que podría encontrar en su piel si me tomaba el tiempo en indagar cada centímetro de su cuerpo y a esto le sumamos que su olor estaba en todo el maldito coche y había caído en un espiral de necesidad de terminar aquello que habíamos comenzado .En todo el camino ella mantuvo la vista a través de la ventana, perdida en la noche y las luces de la ciudad. Yo intenté no mirarla demasiado porque aún no tenía respuestas para todo esto y una vez que nuestras miradas se encontrasen entre ellas se debatirían a duelo para encontrar explicaciones, cosa que hipócritamente no quería, mientras menos sentido le diera a todo mejor para mí, no quería que la realidad de mi situación me golpeara a la cara como hacia siempre que intentaba ser egoísta y pensar en mí. Estaba por primera vez nervioso de decir o hacer algo que arruinara este momento. Podía llevar una cede de 500 restaurantes solo en los estados unidos, podría comprar e invertir por instinto porque nunca me habían fallado, pero no tenía libertad sobre mí mismo, paradojas de esta vida.
Ella estaba calando en algún lugar de mí que no dejaba entrar a nadie, día a día, verla ir de aquí para allá, la forma en que se me encaraba, de cómo sus ojos me contaban lo que ella intentaba guardarse tan arduamente para ella. Esto fue haciéndose un poco mas grande y me imagino que con el paso de los días, evitarla había sido una penalización que había dado un giro contrario a lo que quería sentir en estos momentos. Claramente no nos volvamos locos, amor no creo que sea, pero si una necesidad casi inevitable de tenerla cerca. Y mientras más luchaba en apartarla peor se me ponía
Verla a ella entre tanta gente, con ese vestido dejando al descubierto el único camino que querían recorrer ahora mismo mis manos despertaba en mi un instinto primario de arrancarle el vestido y perderme en ella, de hacerla gritar mi nombre cuando llegara al orgasmo. ¡O DIOS! Tengo que salir de este jodido coche y tomar distancia para aclararme, ahora mismo mi cabeza estaba en un debate que yo mismo era incapaz de encontrarle raciocinio.
Di varias vueltas en el coche sin destino, estábamos empapados y ella necesitaba sacarse ese vestido o terminaría con una pulmonía, aun chorreábamos agua y ella comenzaba a frotarse las manos para buscar calor corporal. Sin pensarlo mucho termine frente a la entrada de mi edificio, ella por primera vez me miró, pero no dijo nada, así que me baje del coche y ya el portero le abría la puerta para ayudarla a bajar. Subimos en el ascensor mirando al frente sin romper el voto de silencio en el que los dos habíamos caído.
El aire acondicionado estaba al mínimo en todo el piso, la ropa mojada comenzó a sentirse realmente mojada y ahora dolía tenerla encima de la piel.
-En esa puerta esta el baño, tienes toallas limpias y ahora te llevo algo de ropa. - ella me miro con ojos asustada que me hizo recordar a un ratón cuando cae en la trampa. – Solo hablaremos, pero no quiero hacerlo mientras los dos pillamos un resfriado. – le dije para hacerla sentir más segura , pero a mi que no me hiciera mucho caso que hoy mi sentido del deber y las cosas justas no andaban del todo bien . Le devolví la mirada y le hice un gesto con la mano invitándola a que entrara de una vez al baño. Una vez logrado este paso y sentir como ponía seguro a la puerta ¡chica lista ! Me dirigí al armario y rebusqué entre mi ropa de deporte algo que pudiera proporcionarla con el calor que yo mismo quería darle. Termine escogiendo un conjunto de sudadera y pantalón negro, pillando uno igual para mi . Me duche rápido y tire la ropa a la basura . Una vez acabado llamé con los nudillos a la puerta suavemente .
-Te dejo la ropa en la puerta- se escuchaba el sonido del agua caer , si que se tomaba su tiempo . Me Volvía loco la espera, así que fui de vuelta a mi habitación para poner mi móvil apagado a cargar y ponerme zapatos por si le daba por escapar , ella era impredecible y no quería tomar riesgos de que por culpa de unas chancletas no pueda correr detrás de ella para intentar detenerla si se cabreara conmigo .
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Lo que tocas con el Alma
RomanceRealmente el amor puede cambiarlo todo ? . Tendrá la fuerza suficiente para nadar contra corriente y vencer obstáculos ?. A Alma le cambió la vida , y no tiene más remedio que fluir junto con los cambios . Nacida y criada en españa llega a los Es...