Martes 23 del XXXX
6:40pm || Calle.
– ¡Gustabo por favor detente! ¡Deja de correr!
La voz de un niño pequeño se escuchaba entre la multitud de personas que tránsitaban la ciudad, corria detrás de lo que parecía ser un chico rubio mientras que un peliblanco trataba de abrirse camino y alcanzarlos. Ya hace unos minutos que esos tres corrían por la plaza, usaban un uniforme escolar e iban con sus mochilas.
– ¡Gustabo! ¡Greco deberá estar preguntando por nosotros por favor para!
_- ¡Déjame en paz Horacio! ¡Te dije que no me siguieras! ¡Vete, no quiero verte!
¿Cuál era la razón de esa actitud? Bueno, en la escuela se hicieron trabajos de equipos, los clásicos dónde un capitán escoge a sus compañeros. Está vez, a Gustabo le tocó experimentar lo que era que nadie te escogiera y terminarás siendo el último, debe ser una sensación desagradable tener que quedarte al final. Claramente Gustabo sabía que eso era el resultado de alejar a los demás y no tener amigos, pero aún se sentía profundamente traicionado y obviamente, terminó enfadandose con todos de nuevo, ya llevaba días así.
Pasos, tan rápidos y ruidosos que son imposibles de ignorar pero que se ven opacados por el sonido de coches a gran velocidad. Siempre hay que ver a los dos lados cuando cruzas la calle, una lastima que Gustabo no estaba prestando atención pues una vez dió su último pasó, se dió cuenta que estaba en la carretera y un coche se acercaba a gran velocidad. Dicen que antes de morir ves tu vida pasar frente a tus ojos, que triste vida has tenido entonces Gustabo.
El sonido se detuvo y todo empezó en cámara lenta en la cabeza del menor, fue tanta la impresión que se congeló en su sitio. Por suerte el conductor logró frenar a tiempo quedando solo a unos centímetros del menor, el incidente atrajo las miradas de ciudadanos que transitaban y la mirada petrificada de los dos niños que lo seguían.
#_ ¿¡Pero que cojones haces crío!? ¡Casi provocas un accidente!
El grito del conductor terminó de romper ese silencio en la cabeza del rubio, el pobre hombre estaba sudando de la presión que sintió cuando vió al rubio en medio. Los ojos de Gustabo estaban quietos en un punto vacío, el susto había sido grande que lo terminó dejando en un estado de shock. A la escena finalmente llegó el patrulla de Greco, un aviso de entorno resonó en su patrulla y cuando no encontró a los niños en la salida de la escuela supo que algo había pasado. El hombre de barbas salió de su coche y corrió hasta la escena, tomó a Gustabo en sus brazos y se alejó de la carretera haciendo una señal que se siguiera la circulación, el show había terminado.
*- Por mi madre... En que estabas pensando Gustabo por el amor de Dios.
Horacio pronto rompió en llanto, casi vió a su hermano morir. Viktor igualmente se petrifico, ver morir a alguien de la manera que lo iba a hacer Gustabo era traumante, pero para Viktor, fue revivir una situación de su pasado, no del mismo modo, pero si con un resultado fatal. Este deja vu o recuerdo lo hizo perderse en sus pensamientos, que ni el llanto de Horacio ni la voz de Greco lo sacaron de su mundo.
Greco se apresuró a llevar a los niños al patrulla, pudo sentir en carne propia lo que era tener a un niño temblando de miedo, como un ratón asustado. Gustabo no lloró, pero su miedo se reflejó en su agarre a la ropa del oficial. Viktor y Horacio iban en la parte trasera mientras que Gustabo se quedó al lado de Greco, este llamó a Conway y condujo hasta la casa, el silencio en ese patrulla fue bastante incómodo para todos durante el trayecto. Una vez en casa Greco mantuvo a Gustabo en sus brazos y como pudo les preparó a los tres un té para calmar el susto, los dejó en el sofá y esperó a Jack. Horacio se aferró a Gustabo como si su vida dependiera de eso y Viktor solo miró a los dos sin saber aún como reaccionar.
Fue cuestión de minutos para que Conway entrase por la puerta casi derribandola.
•|- ¿¡Qué mierda ha pasado!? ¡Joder me hacen conducir como un enfermo!
*- Digamos que... Sucedieron cosas con Gustabo.
•|- Gustabo anormal. ¿¡Qué cojones estabas pensando al hacer eso!?
Los gritos y regaños de Conway entraban por un oído del menor y salían por el otro, realmente no parecía importarle lo que dijese ese hombre, solo quería estar solo. Esos gritos cesaron y lo siguiente terminó por romper la tensión del momento, aquél de mirada fría y rostro cansado terminó por abrazar al rubio, apegando al niño a él y respondiendo con dolor en su voz.
•|- Casi te pierdo de nuevo...
Fue todo lo que Gustabo necesitaba, todo para finalmente romper en llanto y aferrarse a Conway, un abrazo, un simple abrazo. A veces una simple muestra de cariño era lo que necesita alguien con un corazón destrozado.
La noche fue ciertamente larga, Conway se mantuvo con Gustabo todo el tiempo, sentado en el sofá abrazando al menor hasta que finalmente cayó dormido y él también. Horacio se negó a moverse del sofá y se quedó al lado de Conway esperando que su hermano dejase de llorar, mientras que Viktor finalmente salió de su trance y ayudó a Greco con la cena, no era buen momento para comer pero algo ligero y dulce calmaría a todos. Al final del día, Greco se quedó sentado en el sofá acariciando la cabeza de Horacio hasta caer dormido, los cuatro descansaban después de un día horrible. Viktor fue el último en dormir, se quedó mirando la escena un rato hasta decidir irse a la habitación, claro que el brazo fornido de Greco lo detuvo y lo hizo recostarse también con ellos, una linda escena después de días tan frustrantes, todos necesitaban un respiro al final de cuentas.
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Debo protegerlos||AU||GTAV SP||
ФанфикRecientemente Conway había perdido a su família, estaba solo, desorientado y asustado sin saber que hacer, sin saber a quién acudir o que pensar, el vacío era horrible y los días posteriores solo iba a las tiendas a compar bebidas alcohólicas, senta...