III

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-Ven acá, dije tomándolo en mis brazos. Kazutora podía ser más alto que yo, pero era tan liviano y delicado que era fácil de manejar a mi antojo.

Caminé con él hasta dejarlo en la inmensa cama con cuidado, me tomé un minuto para admirarlo, definitivamente Kazutora era un ángel y estaba a punto de profanarlo

Adoraba la forma en la que me miraba desde abajo, con el cabello desordenado y las mejillas rojas, su respiración acelerada y me observaba nervioso

-¿Puedo?, pregunté tomando su camiseta con cuidado

Él asintió avergonzado, ay Tora si supieras que te la hubiera arrancado sin preguntar, pero sé que podría asustarte con eso, y quiero que te sientas cómodo y amado así que por esta vez voy a controlarme.

Contemplo su torso desnudo y trabajado, su piel es pálida si apreto muy fuerte le quedarán marcas, se vería hermoso con esas marcas y con las de color violeta que dejaré con mi boca. Quiero marcarlo, quiero que cualquiera que se atreva a mirarlo sepa que tiene dueño, así que empiezo por su cuello, ese lado donde tiene el tatuaje de tigre que me parece tan sexy, lo escucho suspirar y me enloquece, separo sus piernas con mi rodilla y la ubico en su centro para estimular su miembro con ella.

Sigo bajando pasando mi lengua por su cuello hasta su clavícula donde dejo una pequeña mordida que le arranca un gemido dulce y hace que lleve el dorso de su mano a su boca para intentar callarse pero atrapo su mano con la mia y la pego con fuerza a la cama inmovilizandola para que no vuelva a levantarla.

-Tora no te calles , quiero escucharte, si intentas callarte tendré que enseñarte que no quiero que lo hagas por las malas

Me mira curioso...

-¿A qué te refieres? pregunta con la voz entre cortada y los ojos cerrados

Sonrio de lado ante su pregunta, pasando mi lengua por uno de sus pezones, eres tan inocente Tora, pero no te preocupes ya lo averiguarás, habrá tiempo de hacerte todo lo que yo quiera, vamos un paso a la vez

Comienzo a quitar su pantalón con cuidado, sonrio al ver sus piernas descubiertas, las separo poniéndome en el centro, haciendo que sus piernas rodeen mi cintura, me inclino un poco para besarlas y dejar marcas al interior de sus muslos.

Está comenzando a desesperarse, lo sé porque aprieta con fuerza la sábana bajo su puño y arquea ligeramente la espalda cada vez que mi lengua pasa cerca del punto donde ha comenzado a necesitarme.

- Fuyu... por favor...

Dice gimiendo desesperado y me descontrola por completo no debiste suplicar Tora acabas de hacerme adicto a tu voz pidiéndome que entre en ti de una vez, puede que te haga suplicar más, puede que aún no te de lo que quieres, puede que te desespere a propósito para que vuelvas a rogarme con esa voz tuya que me enloquece

Quito la última prenda que le queda, liberando su miembro, dándome una hermosa vista, lo tomo con mi mano y comienzo a moverlo lentamente.

Sé que no es lo que quiere, sé que quiere que vaya más rápido, pero decido jugar un poco más con él, antes de ponerlo en mi boca, mi acción hace que de un gemido alto que intenta callar nuevamente pero recuerda que le he dicho que no, así que lleva esa mano a mi cabeza hundiéndola en mi cabello para profundizar más e introducir su miembro mas adentro de mi boca marcando un ritmo rápido que hace que comience a atragantarme, sus sonidos son cada vez más altos haciendo que pierda la cabeza con ellos, quiero hacerlo gritar aún mas, sus quejidos suaves y tiernos hacen que mi entre pierna duela, carajo Tora como sigas provocandome así , ya no me contendré y te follare hasta que ruegues que me detenga.

Healing an angel (Kazufuyu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora