Healing an angel (Kazufuyu)

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Kazutora:

Te veo dormir a mi lado, deben ser las 5 o 6 de la mañana, no lo sé, es de las pocas veces que despierto antes que tu, y la primera vez en mi vida que me despierta esta sensación de felicidad infinita.

Dejo un beso en el centro de tu pecho desnudo y apoyo ahí mi cabeza.
Solo quiero escuchar tu corazón que latiendo con fuerza no sólo te da vida a ti, sino también a mi. Tus brazos rodean mi espalda y dejas un beso en mi frente, sonrío internamente porque sé que lo has hecho de manera inconsciente, no estás despierto.

Te amo... Sin dudas... desde hace mucho.
Es la única certeza en mi vida, te amo.

Lo sé desde ese entonces en el que daba igual que estuviera encerrado, tú eras la libertad.

Te abrazo mas fuerte como si fueras a desaparecer y tus manos al sentir mi agarre recorren mi espalda en caricias suaves, esas que son propias de ti, como si yo fuera lo más preciado y delicado.

Estoy adorando la manera en que tu cuerpo inconsciente me reconoce, aún estando profundamente dormido sabes que soy yo y cada parte de tu cuerpo me reclama, lo sé, lo veo, lo siento, así como cada parte de mi cuerpo te ama y te pertenece.

El contacto de tus manos en mi piel me hace temblar, las recuerdo dejando caricias mucho mas atrevidas e inapropiadas, tocando lugares de mi cuerpo que solo a ti te permito tocar porque no quiero que nadie mas lo haga.

Me muero porque tus labios recorran mi cuerpo de nuevo, soy un adicto, un adicto a ti, adoro tu forma ruda y a la vez tierna de tomar mi cuerpo, adoro tu preocupación después de hacerlo

Quiero decirte que me encanta, que quiero mas, pero cada vez que lo intento se me olvida como respirar, cuando te tengo encima de mi, desnudo ni siquiera puedo pensar, sabes exactamente qué hacer y qué me gusta.

Mis ojos se cierran nuevamente en tu pecho. Mi cuerpo pesa por el cansancio, el sueño y algo de dolor por lo que acabamos de hacer.

Me duermo feliz, por primera vez en muchos años, sintiendo que no soy digno de este amor y que no te merezco, pero también sé que te importaría una mierda si te merezco o no, si eres mi destino, mi alma gemela, el otro extremo de mi hilo rojo y todas esas cosas que cree la gente, te daría igual si no, me amarías de todos modos y esa certeza es la que me mantiene vivo, es por lo que quiero luchar, por merecerte por fin, por seguir siendo el hombre que tú amas.

Chifuyu:

Abrí los ojos por el exceso de luz natural que entraba en nuestra habitación.
Kazutora estaba dormido encima de mi, tan tranquilo, tan feliz, tan hermoso que dolía

Lo abracé y comencé a acariciar su espalda desnuda dejando incontables besos en su cabeza hasta que lo sentí removerse y quejarse perezoso

Me moví hacia un lado para seguir dejando besos por todo su rostro

- Buenos días amor de mi vida
Le susurré

Su corazón pareció saltar al escuchar mi voz, abrió uno de sus ojos y me sonrió

Podría morir en este instante, lo juro
El sentimiento que me provoca Kazutora no es normal, no es de este mundo

Besé la comisura de sus labios, pero kazutora giró el rostro atrapando mis labios con los suyos
Dándome un beso profundo que parecía la mejor de todas las drogas, adictivo desde la primera provada.

Algo en él había cambiado, era feliz y me hacía feliz a mi con su felicidad, con su forma de demostrarme en un beso que su corazón, su alma y su cuerpo eran completamente míos.
Lo miré aturdido, queriendo más, más de ese beso que se sentía como el primero