The Freak [STEVE HARRINGTON/EDDIE MUNSON]

IX

— Es increíble — balbuceó Steve y volvió a agachar la cabeza hacía el grifo

— Lo que es increíble es que lleves bebiendo agua casi diez minutos, nos estamos perdiendo la mejor parte  — me quejé

— A ver, no es que le estuviera haciendo mucho casi que digamos, pero estoy convencida de que esa madre quería tirarse a su hijo — nos confesó Robin

— ¿El pibón era la madre de Alex P. Keaton? — le preguntó Steve

— Sí, estoy segura — asintió la rubia

— Pero tienen la misma edad — recordé

— No, pero él viajó al pasado —

— ¿Y por qué se llama "Regreso al futuro"? — le cuestionó el castaño

— Él tiene que regresa al futuro porque está en el pasado. O sea, que el futuro es el presente, que es su época —

— Aah — asentí pillándolo finalmente

— ¿Qué? — preguntó Steve

— Me toca a mí. Ya has bebido suficiente — le alejó Robin a Steve del bebedero

— ¿Te explico lo de la peli? — me acerqué rápido hacía él — Mira. El viajo al pasado entonces necesita volver al futuro el cual, antes de ir al pasado, fue su presente. Por eso el futuro es su presente pero para los demás es el futuro. ¿Lo pillas? —

— Wow — balbuceó mirando hacía arriba

— ¿A qué es genial? — sonreí mirando hacía arriba también, sin saber adónde miraba

— Eh, Robin — la rubia se acercó dando tumbos y se detuvo a mi lado soltando un eructo — Fijaros en el techo. Es precioso —

— Necesito agua — murmuré cuando vi el techo moverse como si fueran olas y luego como si fueran un túnel que nos abdujera rápidamente

Emití una arcada y corrí al baño, para mi sorpresa Steve y Robin me seguían igual de apurados. Entramos rápidamente cada uno a un cubículo y comenzamos a vomitar.

Tiré de la cadena y me puse boca arriba en el suelo y subí los pies a la puerta del servicio.

— El techo ha dejado de girar. ¿Vosotros aún lo veis girar? — les pregunté a Steve y Robin

— Hostias — murmuró Steve

— No — balbuceó Robin

— ¿Lo habremos vomitado todo? — preguntó el chico

— A lo mejor sí. Preguntarme algo — les pedí

— Vale, te voy a interrogar — aceptó Steve — ¿Cuándo fue la última vez que te measte encima? —

— Hoy —

— ¿Qué? —

— Cuando el médico ruso sacó la sierra —

— Madre mía — rieron ambos

— Pero solo un poquito —

— Aún no se nos ha pasado el ciego — confirmó Steve entre risas

— Bueno, me toca — irrumpió Robin

— Vale, adelante — asentimos

— Steve. ¿Alguna vez... te has enamorado? —

— Sí, de Nancy Wheeler. En el último curso —

Sentí un pinchazo en el corazón, como su me acabasen de lanzar un montón de alfileres y todos hubieran acabado en mi corazón. ¿Nancy Wheeler? A ver, sí, era una chica preciosa y tenía un corazón que valía mil pero, en la base rusa me confesó que yo también le había gustado, ¿no? ¿Me lo dijo por pena?