VII

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— ¿Ya lo habíais visto? — pregunté bajando rápido las escaleras

— Algo así — me respondió Steve

— ¿Algo así? — repitió Robin

— Pensad que es algo horrible — nos dijo Dustin

— Terrible — asintió Steve

— Tanto como el fin de la humanidad — siguió Dustin

— ¿Y cómo sabéis esto? — les cuestioné

— ¿Steve? ¿Dónde está tu amiguito ruso? — preguntó de repente Erica

En eso una alarma y unas luces rojas se hicieron visibles en la habitación

— Mierda — murmuró Steve cuando abrió la puerta de la habitación

— ¡Alto! —

— Mierda — repitió cerrando la puerta con fuerza — ¡Vámonos! ¡Vamos! ¡Vamos! —

— Mierda — murmuró Robin corriendo detrás de Dustin

— ¡Venga, rápido! — nos apresuró Steve

Nos metimos en la habitación donde estaban todos los hombres con batas blancas observando lo que Steve y Dustin habían denominado: el portal.

— Mierda — dije siguiendo a Robin y Dustin — ¡Vamos! —

Dustin gritó apartando a un hombre con traje tipo astronauta, debía ser el que se encargará de entrar al portal. Seguimos bajando por unas escaleras hasta que nos encontramos de frente con la máquina que lanzaba rayos al portal. Empezamos a maldecir todos y ha gritar desesperados.

— ¡Guardias! — exclamé

— ¡Por aquí! — dijo Steve empujando a otro hombre con traje — ¡Mierda! —

Vimos a otro grupo de guardias bloqueando la salida. Steve les lanzó unos contenedores y siguió corriendo.

— ¡Venga! ¡Rápido! — nos apuraba Steve corriendo detrás de Dustin — ¡Mierda! —

— Por aquí — dije abriendo una puerta

— ¡Rápido la puerta! — le dijo Dustin a steve y éste rápidamente la cerró

— ¡Chicas! ¡Ayudarme! — nos pidió Steve y nosotras rápidamente nos acercamos a la puerta mientras Dustin y Erica buscando algo para salir de allí

— ¡Por aquí! ¡Vámonos! — exclamó Erica mientras sujetábamos la puerta

— ¡Venid! — nos dijo Dustin

— ¡Marchaos! — les dijo Steve

— ¡Venid ya! — insistió el castaño

— ¡No! ¡Buscad ayuda, ¿vale?! — añadió Steve — ¿¡Qué haces!? — le preguntó cuando le vio quieto

— ¡Vete! — le gritamos los tres al unísono

— ¡No os olvidaré! —

— ¡Vete! — volvimos a gritar y justo cuando éste cerró la trampilla dieron un golpe seco en la puerta haciéndonos volar hasta hacernos chocar contra un armario

Los guardias entraron y nos apuntaron rápidamente con sus pistolas, levantamos las manos asustados y en seguida nos cogieron y nos arrastran a distintas instalaciones. Una simple habitación con un banco de metal.

— ¿Para quién trabajas? — me seguían preguntando

— Soy camarera en Scoops Ahoy —

El hombre que me interrogaba soltó una carcajada y dejó entrara un hombre a un más alto y musculosa que él. Me agarró del pelo y me alzó la cara

The Freak                                        [STEVE HARRINGTON/EDDIE MUNSON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora