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El centro comercial ya había cerrado y Erica estaba en la heladería mientras que nosotros estábamos en la azotea, donde teníamos una buena visión del almacén de "Kaufman Shoes". Le habíamos dado un walkie-talkie para poder estar todo el rato en contacto, nosotros teníamos otro.

— Erica, ¿me recibes? — le preguntaba Robin

— Te recibo — respondió la niña — ¿Pardillos en posición o qué?

— Sí. Estamos en posición. Todo tranquilo. Tienes luz verde —

— Luz verde, recibido. Comenzamos la operación "Imprudencia con menores" —

— ¿Poderes darle otro nombre? — preguntó la rubia

— Nos vemos en el otro lado. Pardillos —

Oímos como al otro lado de la línea Erica iba arrastrándose por los conductos.

— A ver, pardillos. He llegado — nos avisó

— ¿Ves algo? — le preguntó Robin

— Sí, esas cajas con las que estáis obsesionados —

— ¿Hay vigilantes? —

— Negativo —

— ¿Trampas? —

— Si pudiera verlas, menuda mierda de trampas. ¿No? —

— Vaya, gracias —

— Que carácter — les susurré

Después de escuchar un gruñido por parte de la niña y después un golpe seco y luego algo cayendo, oímos como ella aterrizó en el suelo y acto seguido nos confirmó que estaba dentro.

— Ay, Dios — murmuró Steve pasándose las manos por la cara y el pelo. Reí al verle en ese estado de nervios y después unas puertas abriéndose captaron mi atención, incluida la niña que salió de ellas

— ¡Helado gratis de por vida! — nos recordó desde el suelo

Sonreímos y nos encaminamos para llegar abajo y poder abrir una de esas dichosas cajas. Nos acercamos a una de ellas. Eran cajas de cartón normales con el logo de la empresa de calzados más un oso panda y un par de detalles más. Steve sacó su cúter y rajó la cinta aislante para después dejar a la vista otra caja de metal. Giró una manivela y la caja se abrió dejando salir un humo frío y después permitiéndonos ver cuatro manivelas más.

— Esto no es comida china — murmuró Steve — A lo mejor deberíais apartaros — nos dijo antes meter la mano para intentar sacar uno de los tubos

Robin, Erica y yo nos echamos para atrás en cambio Dustin se negó.

— Apártate — repitió el mayor

— No —

— En serio, apártate —

— ¡No! Si tú mueres, yo también — confesó y después de unos segundos de silencio sepulcral, Steve asintió

— Vale — dijo antes de sacar un tubo de metal con un líquido burbujeante verde en su interior — ¿Qué coño? —

— ¿Qué es eso? — pregunté y de repente la sala pareció temblar

— ¿Soy yo o el cuarto se ha movido? — preguntó Dustin mirando a su alrededor

— Trampas — murmuró Erica con una expresión asustada

— ¿Sabéis qué? Lo cogemos y nos vamos — dijo Robin cogiendo el tubo que aún Steve sostenía y se dirigió a sacar los demás. Yo la imité al igual que Steve

The Freak                                        [STEVE HARRINGTON/EDDIE MUNSON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora