¿¡Que está pasando aquí!?

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En el capítulo anterior...

Al abrir la puerta, mira la imagen más triste que pudo haber visto nunca...

Porqué le tenía que pasar esto a ella, ¿porqué?, si ayer fue la mejor noche de su vida, ¿Porqué hoy tenía que ver esta imagen? No se lo merecía, ni ella ni sus hermanos, ni su madre...

Al abrir la puerta, mira a su padre con Elena, su ex mujer. Ella sabía esto, porque en fotos antiguas de un álbum, salía ella y su padre le había explicado todo.

LUCÍA...

-¿!Papá, que coño haces con esta zorra en casa, estás engañando a nuestra madre!?- dijo ella casi llorando y muy enfadada.

- Ehhhh, no cariño, déjame explicártelo todo. - dijo su padre de excusa.

En ese momento, entraron por la puerta su madre y sus hermanos.

- ¿!Pero que está pasando aquí!?- dijo su madre histérica.

- Nada cariño, lo que pasa es q...- dijo su padre cuando lo interrumpieron.

- ¡¡!Lo que pasa aquí, mamá, es que tú marido y también nuestro padre, te está engañando con la maldita puta zorra de su asquerosa ex mujer, y como es un sinvergüenza, ni siquiera tiene la decencia de taparse, porque ESTÁ COMPLETAMENTE DESNUDO A PUNTO DE METERLE LA POLLA A ESTA HIJA DE PUTA!!!- dijo Lucía con mucha rabia.

- ¡Mira niñata, a mí no me vas a hablar así, pordiosera, ¿pero quién coño te crees para insultarme de esa manera?!

A todo esto, el resto de su familia estaba estática. Su madre lloraba desconsoladamente, sus hermanos se abrazabanolll sin saber que hacer, y su “padre” estaba parado sin hacer nada, solo miraba.

- ¡Mira zorra, si tienes huevos o ovarios, te levantas de mi sofá, porque si te olvidaste, te recuerdo que está casa, la alquilé YO, para venir aquí, y si tienes la suficiente fuerza para levantar ese culo mal operado, vienes y hablamos, pero con hostias, y déjame decirte que antes de que intentes algo de lo que probablemente te arrepientas por el resto de tu miserable vida llena de cirugías estéticas, soy cinturón negro de taekwondo, así que tú decides!- dijo Lucía de muy mala hostia.

- Ashh, niña, sabes que, no voy a perder mi tiempo contigo.- dijo la amante.

- No quieres “perder tu tiempo conmigo”, porque sabes que si me tocas, te meto una hostia que te reviento y apareces hasta vestida, puta zorra.- dijo Lucía con valentía, ya que sabía que no se iba a atrever a hacer nada.

Todo quedó en silencio.

En ese momento, alguien entró por la puerta.

-Ey Lu, perdón por seguirte hasta aquí, pero te dejaste el teléfono en el salón del hotel y– - dijo una voz con acento brasileño.

Él al mirar a su alrededor, se dió cuenta al momento de lo que estaba sucediendo.

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