Amor gracias al Real Madrid 💜🤍

De Francia a Madrid.

Aún faltando una hora para llegar a Madrid, Lucía se despierta.
Sabe que está sentada sobre Vini al sentir sus brazos abrazándola aún más fuerte.

- Ey, buenos días, mi niña, ¿Qué tal dormiste?- le preguntó a ella.

- Muy bien, gracias por preguntar.- dijo ella feliz, dándole un beso en la mejilla.

El brasileño sonrió ante la acción de la gallega. Segundos después se abrió la puerta, apareciendo detrás de ella Rodrygo y Benzema.

- Oye, Vinicius, Lucía, ¿os venís a jugar FIFA con nosotros?- dijo Rodrygo.

- Mmm, no sé, me apetece jugar a otras cosas, ¿Tenéis otros videojuegos?- preguntó ella.

- Pues ahora que lo dices... Sí. Un día fui a una tienda y compré varios.
Creo que algunos son GTA 5, Skyrim y toda la sada de Uncharted. Los tenemos guardados en un cajón. Entonces, ¿Te vienes con nosotros?- dijo Benzema con esperanza de que Lucía y Vini pasaran tiempo con ellos, ya que ella les caía muy bien.

- Siuuuu, creo que voy a jugar al Uncharted 4, es mi saga favorita. - dijo Lucía sonriendo al mismo tiempo que se levantaba y cogía a Vini de la mano y lo llevaba a junto la televisión para jugar.

Llevaba treinta minutos jugando y no conseguía pasarse un puzzle del juego, empezó a aburrirse, por lo que decidió ponerse a jugar al 3. Así pasó los últimos diez minutos del vuelo junto a Vini.

Llegaron a Madrid y las cosas con la familia de Lucía estaban muy incómodas, por lo que decidió que lo mejor sería ir a un hotel.

- Oye Lucía, ¿Que piensas hacer ahora después de todo lo que te pasó en Francia?- preguntó Camavinga.

- Pues me voy a un hotel, no quiero volver a casa durante un largo tiempo.- dijo ella con la cabeza baja.

- De eso nada, ¡Tú te vienes conmigo y no se hable más!- dijo Vini.

- Pe-per-pero que tonterías estás diciendo, ¡No pienso ser una molestia ni para ti ni para nadie!

- Bueno, si no es por las buenas, es por las malas. Nos vemos mañana en casa de Rodrygo, chavales.- El brasileño cogió a la gallega con una mano y la subió a su hombro, y con la otra mano, cogió su maleta y la de Lucía.

El resto del equipo miraba la escena con caras divertidas mientras Lucía intentaba safarse del agarre del brasileño sin éxito.