Capitulo 21

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IAN

Me recuerdo porque no mató a Guillermo ahora mismo , este pendejo se cree listo pero sus juegos de niños no van conmigo; cada uno va en su propio auto , Guillermo se quejo por eso, pero ni Dalia ni yo le hicimos caso , solo nos subimos en nuestros respectivos automóviles y arrancamos para la famosa feria donde dijo Guillermo .

Dalia va una velocidad que me fascina pero a la vez me da miedo que le pase algo , Guillermo nos sigue el ritmo pero yo solo trato de no perder a Dalia . Estaré molesto y todo eso pero no soy tan hijo de puta después de todo la sigo amando .

Cuándo llegamos a la feria , estacionamos los autos y nos aseguramos que esté con seguro para que no les pase nada a los autos pero a mí da igual .

Guillermo viene hacia mi junto con Dalia, los tres avanzamos hacia la entrada de la feria para sacar los boletos y que nos dejen ingresar, Guillermo me mira y frunzo el ceño cuándo no entiendo lo que quiere decir .

—Me olvide mi billetera en la casa — dice el mostrando sus bolsillos que están más vacíos .

—No te preocupes yo pago por ti — Dalia tiene la intención de sacar dinero de su bolso pero el lo detiene.

—Cookie no te preocupes hoy paga tu adorado novio —responde el , me muerdo la lengua para no soltar una palabrota , saco mi billetera y entrego el primer billete que sale qué son 100 dólares , el señor que lo recibe se queda atónito .

El nos entrega varios tickets y cuándo tiene la intención de entregarme el cambio .

—Quédese con el cambio — entramos por fin a la feria , con Guillermo y Dalia que miran sonrientes a todos los lados , pongo una media sonrisa pero lo borro cuándo Dalia me mira .

Pongo mis manos en mis bolsillos y avanzó a pasos seguros , miro todo a mi alrededor y solo ver personas andando ya me da dolor de cabeza .

Guillermo y Dalia empiezan hablar en que juegos van a subir , pero paro mi caminata cuándo una chica se tropieza con Guillermo .

—Disculpa no lo ví —dice ella apresurada intentando recoger las frutas que están regadas por el suelo , Guillermo se apresura a ayudarla por mi parte no hago nada pero esa idea se me quita de la mente cuándo Dalia se agacha a recojer las frutas que están un poco alejados haciendo que se le marque su perfecto trasero en el pantalón , me apresuró a avanzar hacia ella y indicarle que yo lo haré , ella me mira confundida y luego asiente .

Cuándo termino de levantar las frutas me doy cuenta hay muchos hombres y mujeres viendo con deseo a mi pareja y otras como si quisieran criticarla , le entrego las frutas a la chica sin nombre mientras que Guillermo le ayuda arreglar lo demás .

Dalia se siente incómoda se le nota , avanzó hacia donde está ella y pongo mi mano en su cintura pegándole más a mi .

—Es hermosa lo sé pero señoras por favor no es necesario mirarla mal no es como si porque la miran mal van a tener la belleza y hermosura de mi novia y señores por favor no sean unos cerdos asquerosos pero hasta los cerdos verdaderos tienen más educación que ustedes así que les invito a dejar de eso y retirarse por dónde vinieron amablemente —los señores que ni disimular saben miran por otro lado y se retiran mientras que las señoras se vuelven blancas como el papel y se van molestas por dónde vinieron o yo que se .

— Tranquila — le indico mientras avanzamos hacia una cabina creo que es de fotos o algo así .

Entramos y ella no tiene el valor de mirarme , «sigue sintiéndose mal » dice mi consciencia.

Tomo su cara entre mis manos dándole un beso en la frente con cariño.

—Mi amor algún día tendrás que mirarme y enfrentar las cosas recuerda algo cada acción tiene su reacción y así paso podré estar molesto y todo pero no contigo —ella me mira con los ojos cristalinos pero sus lágrimas le ganan cuándo le doy un abrazo sin que ella me lo pida .

Cien motivos para Amarte. (LIBRO 1, RESUBIENDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora