Capitulo 27

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GUILLERMO

Ingreso a la clínica y mi secretaria me guía hacia donde está el paciente que me necesita con urgencia , visualizo a unos cuantos pasos a una chica con cabellera rubia que está hecha un ovillo en los asientos de espera , mi secretaria me indica que es ella la paciente que me necesita y avanzó hacia ella .

Me agachó a su altura y me aclaro la garganta para que note mi presencia divina , ella me mira y se sorprende cuando se da cuenta que soy yo .

—Guillermo , tu eres el famoso psicólogo que hablan en todo la ciudad ?— me dice ella sorprendida , bueno famoso no soy o tal vez si .

—En carne y hueso , Cariño —respondo con una sonrisa de superioridad , ella me da una sonrisa y me abraza , un abrazo que no correspondo .

—Me preocupe desde el día en no fuistes a la fiesta que te invite— deja de abrazarme y yo solo me arreglo la bata blanca , ay la invitación que medio ese día en la feria que no fui afortunadamente porque estuve preocupado por mi mejor amiga .

Le indico que me acompañe a mi consultorio privado y apenas entra enrolló su cuello con mi mano llevándola hacia la pared , ella trata de quitar mi mano pero mi fuerza es más que la de ella .

—Quien te mando ? Oh no lo siento, hice mal la pregunta — está roja , la respiración se le está llendo — Quien los mando? — pregunto  otro vez ,  Nick sale de su escondite y me apunta con una arma que no es de mi gusto lamentablemente .

Suelto  una risa nasal por su estupidez de  querer matarme y lo peor apuntandome con una arma de porquería , acaso no pudo comprar o conseguirse otra más bonita y costosa .

—Dispara si deseas pero es una ofensa para mí que me esté apuntando con esa baratija — le digo mientras que suelto a su cómplice , Nick me apunta en dirección a mi cabeza y la otra pendeja también con la arma que le dió Nick .

Solo sonrío , Ian me enseñó una cosa que en las situaciones más estúpidas hay que estar con una sonrisa  aún que por dentro te estés muriendo .

—No le tengo miedo a la muerte, mejor dicho ella me teme a mi y esa es la razón por la que aún no me voy para el infierno — ellos se ponen pálidos cuando me siento en mi escritorio , son unos principiantes , lo único que quiero saber es quién los mando , solo un idiota mandaría a matarme .

Saco la navaja que está en mi bolsillo y ellos aún me siguen apuntando , me preguntó que pasaría si mató a dos asesinos que solo dan vergüenza ajena en un dos por tres , Nah no soy tan malo y como soy bueno no los haré sufrir.

—Les haré una pregunta muy simple — juego o muevo la navaja en mi mano , ellos se miran entre ellos .

—Quien fue el idiota que los mando a qué me mataran ? — pregunto con una sonrisa — Porque seguramente esa persona sabía que si intentaban eso , no iban a salir con vida de mi consultorio , verdad? — habló otra vez , ellos tragan saliva .

—Lucía — dice la rubia , Vieja malparida acaso no estás alegre de que tu hija está fuera de coma .

Chasqueo la lengua por lo que acaba de decir .

—Ustedes si que son principiantes — los dos fruncen el ceño — Queridos , les voy a decir algo , cuando trabajas para alguien no se dice el nombre de la persona que manda a matar a otra persona —les digo .

Tengo ganas de matar y eso haré , con la navaja que tengo le lanzó a la rubia en su  pecho , Nick recién reacciona y empiezo a disparar pero ninguna bala ingresa a mi cuerpo sexy ,

Avanzó hacia la rubia que se está muriendo y doy unos cuantos pasos hacia Nick que creo que está en shock cuando se da cuenta que la rubia está muriendo poco a poco  .

Cien motivos para Amarte. (LIBRO 1, RESUBIENDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora