Mi segundo amor [Corrigiendo]

Capítulo 3

*Calle*

Desde ese día han pasado varios meses en los que nos hemos vuelto inseparables, nos vemos todos los días en la universidad y por fuera de ella, salimos a comer, corremos juntas, vamos al cine, hablamos, salimos de fiesta, vemos películas en casa y a pesar de que estudiamos profesiones diferentes cuando coincidimos en algo nos ayudamos mutuamente. Estar con ella se siente natural, nada es forzado, fluimos y tenemos una conexión única, una conexión que va más allá de una amistad y eso a veces me asusta, Poché me encanta, me vuelve loca y muchas veces he quiero besarla pero me abstengo de hacerlo porque ella nunca ha estado con una mujer, las pocas parejas que ha tenido han sido hombres.

Suspiro y niego con la cabeza, otra vez me quede pensando en ella, me gustaría decirle lo que siento, expresarle todo lo que ella me produce, lo maravillosa que pienso que es y lo mucho que deseo que me de una oportunidad, sin embargo, no quiero ser rechaza, temo que ya no quiera verme al confesarle mis sentimientos o que las cosas cambien entre nosotras si ella ya no siente lo mismo.

—Hey—alzo la mirada para ver a kim acercándose—Te estaba buscando—deja un beso en mi mejilla y se sienta frente a mi.

Kim fue la primera persona que conocí cuando me mudé aquí, nunca he sido de muchos amigos y ahora menos después de lo que paso, aunque aún me cuesta confiar a ella considero mi amiga.

—¿Para que soy buena?.

—Espero que para muchas cosas—me guiña un ojo, ella siempre me molesta.

—Cuando quieras te puede mostrar lo buena que soy.

—En tus sueños, Callesita.

Me rio.

—¿Para que me estabas buscando?.

—Me tienes abandonada—hace un puchero—se supone que eres mi amiga.

—Tienes muchos amigos, Kim, así que no creo que te sientas abandonada.

—Eres mala—me mira entrecerrando los ojos—sabes que me gusta pasar tiempo contigo pero desde que andas de arriba para abajo con tu crush te olvidaste de mi.

—Poché no es mi crush.

—Sabes que si.

—Bueno, tal vez un poco—tomo aire—pero eso no va a pasar.

—¿Por qué no?.

—A ella no le gustan las mujeres.

—¿Y eso qué?, para todo hay una primera vez—apreta mi mano sobre la mesa y me mira con dulzura—tú eres hermosa, Calle, y tienes un corazón muy bonito. Además, las he visto juntas entre ustedes hay algo bastante fuerte que se percibe desde lejos.

—¿Lo dices en serio?, ¿crees que tengo una oportunidad con ella?—pregunto esperanzada.

Kim sonríe.

—Lo digo muy en serio.

—Gra...—las palabras mueren en mi boca al ver a Poché entrar a la cafetería abrazada a un chico, él tiene un brazo sobre sus hombros entrelazando sus manos y ella lo abraza por la cintura, se ven tan cómodos juntos que esa imagen rompe mi corazón y mueren todas mis esperanzas de estar con ella.

—¿Qué estás miran...—kim sigue mi mirada y veo sorpresa en su rostro—Oh... lo, lo siento, Calle.

—Tengo que irme—me levanto rápidamente y tomo mis cosas.

—Te acompaño—imita mi acción.

—No es necesario.

—Si lo es, se nota que te afecto verla con él—ella toma mi mano—vamos, yo te llevo a tu casa.

Le agradezco con la mirada y no suelto su mano, durante el camino a casa esa imagen se repite una y otra vez en mi cabeza, ¿por qué no me dijo que tenía novio?.

Me siento mal.

Al llegar a casa kim insiste en quedarse, no me niego, tal vez un poco de compañía me ayude a sentir mejor. Pase el resto del día con ella y me olvide de lo demás incluyendo el celular, kim es muy agradable y graciosa, agradezco que se haya quedado conmigo.

—Eres una buena amiga, kim—la abrazo en forma de despedida, ya tiene que irse.

—Lo sé—se monta en su carro y yo me asomo por la ventana.

—Avísame cuando llegues.

—Claro, te quiero.

—Y yo a ti—me despido con la mano cuando arranca.

—Pensé que te había pasado algo malo pero veo que no—me paralizo al escuchar su voz detrás de mi—¿por qué no respondiste ninguno de mis mensajes?, estaba preocupada.

Respiro hondo antes de darme la vuelta y mirarla y como siempre sucede cada vez que la tenga cerca se acelera el corazón, olvido como respirar y me pierdo en ella, ¿cómo es posible que sea tan bonita?.

—Yo...—carraspeo y desvío la mirada—estuve ocupada.

—Hey—pone su mano en mi mentón obligando a mirarla, me derrito al ver la ternura en sus ojos—¿qué pasa?.

Siento mis ojos humedecersen, tenerla cerca me desarma, se me forma un nudo en la garganta y no puedo hablar, Poché me mira preocupada.

—Todo va a estar bien—entrelaza nuestras manos—vamos a dentro—me dejo llevar y al entrar nos sentamos en el sofá.

—Calle, ¿qué sucede?.

Verla tan preocupada por mi me hace quererla más pero esa imagen en la cafetería vuelve a mi cabeza haciendo sangrar mi corazón, no puedo controlar mis lágrimas y me pongo a llorar frente a ella.

"Creo que estoy profundamente enamorada de Poché".