Capítulo 14

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*Poché*

Mientras espero que Calle se despida de su papá no puedo dejar de pensar en la conversación que tuve con Paula el día que me ayudo a decorar la cabaña en la que vamos a estar Calle y yo.

Observo con atención el paisaje frente a mi, buscando calmar de algún modo la culpa que siento.

—Deja de atormentarte.

—No puedo—respondo con dolor.

Paula acaricia mi espalda dándome apoyo.

—Sabemos que debiste decirle la verdad pero no lo hiciste y el tiempo no se puede devolver.

—Estoy jodida—suspiro y me paso ambas manos por la cara.

—Aún puedes contarle apenas han pasado un par de días.

—No quiero arruinar nuestro fin de semana.

—Entonces cuéntale cuando regreses.

La idea de contarle me asusta demasiado porquecuales pueden ser las consecuencias.

—No sé si pueda hacerlo.

—Tienes que. Va a ser peor si se entera por otra persona.

—¿Crees que alguien más le cuente?.

—Es bastante probable, peleaste con Johan en una fiesta donde casi todos te conocían y a Calle también.

Se me acelera el corazón debido a la angustia y ansiedad que empiezo a sentir.

—No me digas eso, Pau.

—Quiero que seas consciente de que las probabilidades de que Calle se entere son muy altas, ya sea por ti o por alguien más.

Niego con la cabeza y me cubro el rostro con mis manos.

—Soy tan estupida, voy a arruinar lo más bonito que me ha pasado en años por seguir aferrada a algo que se terminó hace mucho—se me forma un nudo en la garganta—No quiero perderla.

—Hace mucho debiste ponerle punto final a la extraña relación que tienes con Johan, lo que hay entre ustedes es dañino y no le aporta nada bueno a ninguno de los dos.

—Lo sé y por eso le pedí que se alejara, te juro que quiero dejar eso atrás, lo que paso en la fiesta fue un momento de debilidad.

—Un momento de debilidad que puede arruinarlo todo.

—Y eso me atormenta cada día.

Voy a contarle a Calle lo que paso cuando volvamos de la cabaña, voy aprovechar cada momento para demostrarle que la amo y tal vez así sea más fácil que me perdone.

Me asusto al escuchar la puerta del carro cerrarse, estaba tan perdida en mis pensamientos que no me di cuenta que Calle ya está sentado en el asiento del copiloto.

—¿Todo bien?—pregunta con una sonrisa en su rostro.

—Si, si solo estaba pensando en algo sin importancia—le sonrío.

—okey...

—¿Lista para irnos?.

—Más que lista.

Enciendo el carro y conduzco rumbo a nuestro destino.

—Es la primera vez que te veo manejar.

—Eso es porque me da muchos nervios hacerlo.

Mi segundo amor [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora